Mirando atrás, estoy lleno de gratitud
Una prueba muy difícil de superar es la que me ha colocado Mi Maestro, Colega y Amigo Luis Gerardo Galeano Lozano; pues, su partida definitiva ha inundado mi alma en un piélago de confusiones y desdichas.
Solamente la razón me ha permitido superar tan triste realidad; pero también el gusto de saber que nuestra admiración por ese excelente ser humano, los escribimos desde siempre en los anales de la historia que están guardados en las páginas de la Revista “Hechos y Proyecciones del Lenguaje” donde se reconoce sus aciertos en el campo educativo, en las oportunas enseñanzas, en el camino recorrido en arduas faenas en defensa de unos principios sobre la formación universitaria; en fin, fueron muchas las tareas que realizamos con sus consejos y con su visión panorámica sobre los alcances de nuestros objetivos.
Refiero en plural los logros alcanzados, porque su talante de Maestro y Líder, le condujeron a formar Escuela alrededor del conocimiento de la Ciencia Lingüística y la Lingüística Aplicada. Tal Escuela, fundamentada en el pensamiento y la investigación, fue acrecentada con el aporte de quienes le sucedieron, y también de quienes aún le suceden. Por eso, sus alumnos, compañeros y amigos, tendremos su recuerdo por siempre y pedimos que su alma Descanse en Paz.
“HUELLAS” es el título del Poema que escribí y recité en el Teatro Imperial de Pasto, en las efemérides de la fundación del Departamento de Lenguas Modernas, y el reconocimiento que le hiciera la Universidad de Nariño, por haber sido Luis Gerardo Galeano Lozano su fundador y Primer Director del Departamento de Lenguas Modernas
HUELLAS
Alguien teje pacientemente
los hilos de las pequeñas obras,
pequeñas grandes faenas que fortalecen,
insignes hazañas que dejan huellas,
que trascienden.
Espléndidos logros que satisfacen,
fortalezas que ennoblecen,
huellas con la impronta del deber,
compromisos que engrandecen.
Esta es la imagen de El maestro,
es la efigie esculpida en duro pedernal,
es el discurso exaltado en mente y corazón,
es El maestro patentizado en el texto,
cuando el alumno lo renueva con la acción,
acción continua e innovadora,
levantada cual antorcha que ha transportado la llama,
desde la Grecia antigua,
para alumbrar el saber.
(San Juan de Pasto, 2016)
Marco Freddy Solarte Ruano
Docente Jubilado del Depeartamento de Lingüística e Idiomas
Universidad de Nariño