La información que proporciona la Historia de la Lengua castellana, en relación con la formación del Castellano, por allá en el siglo XI, sucedió gracias a la fusión de las lenguas de los Celtas y los Iberos; que, con sus respectivos estratos, subestratos y superestratos, dieron los elementos básicos para que naciera la lengua celtíbera que, luego, gracias al aporte de otras lenguas y en especial de la lengua árabe, se formara el sistema oral de la lengua castellana.

 

Durante cinco siglos, dicho sistema oral, estuvo desarrollando el sistema escrito y de medio para conservar los textos históricos, literarios, científicos que necesitarían las nuevas generaciones para su formación y desarrollo del conocimiento y, consecuentemente, del pensamiento.

 

Para el caso de esta efeméride, se impone referirse a la más importante obra literaria: “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, escrita por el novelista, poeta y dramaturgo español, Miguel de Cervantes Saavedra (29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares; 23 de abril de 1616 en Madrid).

 

No sobra mencionar que este símbolo de las letras, en su juventud se alistó como soldado y participó en la batalla de Lepanto, en 1571; donde fue herido en el pecho y en la mano izquierda, que le quedó anquilosada. Dícese que Cervantes siempre se mostró orgulloso de haber participado en la batalla de Lepanto. En 1584 casose y, entre 1587 y 1600, residió en Sevilla ejerciendo un ingrato y humilde oficio –comisario de abastecimientos-, que le obligaba a recorrer Andalucía requisando alimentos para las expediciones que preparaba Felipe II. La estancia en Sevilla parece ser fundamental en la biografía cervantina, pues tanto los viajes como la cárcel le permitieron conocer todo tipo de gentes que aparecerán como personajes en su obra.

 

En 1605 publicó la primera parte del Quijote, alcanzó un gran éxito, lo que le permitió publicar en pocos años lo que había ido escribiendo. Sin embargo, a pesar del éxito del Quijote, Cervantes siempre vivió con estrecheces, buscando la protección de algún mecenas entre los nobles, lo que consiguió sólo parcialmente del conde de Lemos, a quien dedicó su última obra, Los trabajos de Persiles y Segismunda.

 

Con base en este corto resumen, tomado en parte de Google, (en versión libre)

vuelvo a los temas relacionados con la lengua oral y la lengua escrita; y lo hago porque en éstos encontraremos los fundamentos para construir las estructuras del conocimiento que habrán de permitir su aprendizaje, si supiéramos distinguir dos diferencias primordiales, en cuanto a su constitución y uso.

 

Reitero, el aprendizaje y uso de la lengua oral, por parte del niño, resulta de la necesidad de comunicación que surge en el infante, para resolver necesidades básicas de supervivencia; entonces, emprende la tarea de distinguir los sonidos del lenguaje de los demás que se producen en su derredor; luego, a su manera, intenta replicarlos con fines comunicativos, acompañados con elementos paralingüísticos (sonidos), y elementos translingüísticos (gestos); destacando, que tal proceso resulta de la espontaneidad del sujeto; o sea que, en éste momento, nadie le enseña, y hacerlo resultaría contraproducente.

 

Que lo expuesto es “más de lo mismo” podría ser; pero algo estamos haciendo mal, porque los resultados no han cambiado; el progreso no se encuentra por lado alguno; ¿Será que se está repitiendo la información; pero no se ha podido entregar el conocimiento?

 

Reitero, y no es por molestar; quienes están encargados de tales menesteres, deben entender que el aprendizaje de la lengua oral está enmarcado en un sistema que, tantas veces se ha insistido: su característica básica está en esa forma espontánea que viene en “el morral” (1) de conocimientos, habilidades y destrezas, del ser humano.

 

Como supongo que esta teoría Lingüística, a mucha gente le quedó grande, sugiero que esta tarea debe entregarse a docentes con mejores conocimientos y con grados superiores a los de Licenciado.

 


Referencia

(1) Forma coloquial utilizada por Baena Zapata, Luis Ángel. Apuntes de clase 1974. “Elementos necesarios para el desarrollo del pensamiento”

 

Compartir
Artículo anteriorUn nuevo enfoque en el abordaje del estrés
Artículo siguientePre Icfes Popular – Resistencia Educativa
Marco Fredy Solarte
Magister en Lingüística y Español, Universidad del Valle, Profesor Titular Pensionado de la Universidad de Nariño; autor de varios libros entre ellos "Cuentos de la Esquina", 2015. Tres Novelas publicadas en el sistema Virtual y 35 poemas publicados en forma Virtual, LitNar.

Comentarios de Facebook