ESTATUTO ACADÉMICO Y REFORMA PROFUNDA         

( l parte)

 

¡Ay, bendito! “Cosas vereis, mío Cid ¡Valga más el diploma que el conocimiento! ¡Más la universidad que la academia!

 

Bienvenido el análisis y debate sobre la construcción del estatuto académico, que más allá de un estatuto, nos obliga a repensar LA ACADEMIA de manera rigurosa para su desarrollo, con la participación colectiva de sus estamentos, al interior de la ASAMBLEA UNIVERSITARIA.

 

Creo que este, es el debate aplazado en el marco de la REFORMA PROFUNDA y que tanto anheló el maestro Silvio Sánchez, pues en el fondo esa reforma tiene como núcleo medular la REFORMA ACADÉMICA y que ahora nos vuelve a interpelar a la voluntad y compromiso de los estamentos universitarios para concretar unos principios muy bien definidos en nuestro P.E.I., pero sobre todo nos convoca a los docentes para dar el salto cualitativo dirigido a replantear nuestra función y organización académica.

 

Este debate muy oportuno para nuestra alma mater tiene un telón de fondo que es la coyuntura excepcional que atravesamos con el gobierno nacional y de manera más específica con el Ministerio de Educación que ha abierto un espacio para la reflexión del quehacer de las universidades y ha expresado su voluntad de avanzar en una verdadera reforma educativa donde la calidad educativa desde una nueva perspectiva está en juego.

 

Quienes entendemos que el desarrollo académico no puede ser neutral, sino orientados por enfoques políticos, pedagógicos, epistemológicos y metodológicos de una Universidad que tiene claro sus principios misionales, jamás podremos iniciar este debate sin esos marcos referenciales, con el riesgo de terminar en una deliberación de corte academicista o tecnocrático, por ello en esta primera entrega esbozo unos parámetros generales a tener en cuenta que con el debate y participación de los académicos sean desarrollados:

 

  1. Marco socio-político:

 

Nuestra universidad tiene un paradigma muy claro fruto de las deliberaciones al interior de la asamblea universitaria: UNIVERSIDAD- REGIÓN, que significa desarrollar una educación con pertinencia social, lo que significa: “ el quehacer que las universidades deben realizar frente a la sociedad, y también sobre lo que la sociedad espera que estas instituciones desarrollen en los diferentes sectores que la integran, según sus demandas específicas que son plurales y diversas.”, con todo lo que ello significa, especialmente en deslindar campo con el otro enfoque de la subordinación de la universidad al mercado.

 

Además, nuestro Proyecto Educativo Institucional ha definido unos fundamentos institucionales que se convierten en la bitácora del presente debate, fundamentos educativos, humanísticos, sociales y culturales, que necesitamos revisarlos y si se quiere actualizarlos, para traducirlos en los criterios que guían este debate.

 

Para nuestro caso, como producir y transferir conocimientos dirigido a resolver los problemas vitales de nuestra sociedad: la violencia, la pobreza, el atraso tecnológico, el deterioro ambiental, la democracia deformada, entre otros.

 

Este debate tiene que ver como dice el rector de la universidad pedagógica: “con tener una oferta pertinente de programas para aportar a la nación lo que ella requiere para su desarrollo productivo, equitativo, justo y en paz”.

 

  1. Marco académico-epistemológico:

 

El núcleo central de la academia debe ser la función social del conocimiento, establecido de manera certera en nuestro PEI y para ello necesitamos concretar este objetivo y su coherencia con la docencia, la investigación y la interacción social, análisis que nos conducirá inexorablemente a los temas del “aprendizaje”, la cultura y las ciencias y por supuesto a la validez del conocimiento (epistemología) que producimos o transferimos en cada disciplina.

 

Pero igualmente para evitar las dilaciones eternas en las que algunos sectores están interesados, podemos recuperar los principios misionales muy concretos, además de sus instrumentos y procesos básicos, tan escasos como son: la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad como un eslabón clave para superar el divorcio entre fundamentos teóricos del P.E.I y el desarrollo curricular.

 

En esta perspectiva, habría dos campos de análisis: los fundamentos y lo organizacional, lo primero asume los enfoques y las concepciones que tenemos sobre la academia y lo segundo y resultado del primero estaría la organización académica entendida como toda esa arquitectura del campus plasmada en el estatuto general, pero que debe ser materializada como son las unidades, procesos e interacciones entre facultades, programas, departamentos, áreas y sobre todo en su interacción con la comunidad que se convierte ahora en el espacio a privilegiar de acuerdo con nuestro paradigma.

 

  1. Ruta metodológica:

 

Considero que el estatuto académico debe tener por supuesto unos elementos orientadores antes de construir cada estatuto (docente, estudiantil, investigador, etc), como fundamentos básicos que permita el posterior desarrollo de unos estatutos que necesitan actualizarse.

 

Sin embargo, surge el interrogante si se necesita separar el debate sobre “lo académico”, que es imperativo abordarlo con los tiempos necesarios, además por fuera del estrecho marco de un estatuto que no tiene ese alcance y avanzar en la construcción de unos estatutos específicos bajo la orientación de unos mínimos y básicos fundamentos establecidos en el P.E.I.

 

El debate apenas empieza y se necesitan espacios como foros o claustros y tiempos para socializar este debate entre toda la comunidad académica, empezando por un evento que permita precisar objetivos y formular las preguntas pertinentes como:

 

  1. ¿Cuál es el alcance de un estatuto académico? ¿Referido a su función?, a sus fundamentos y enfoques? ¿o a la organización académica con sus elementos de programa, facultad, áreas, interdisciplinariedad etc.?
  2. La relación entre estatuto académico y libertad de catedra y modelo educativo
  3. Estatuto académico como orientación general de los estatutos docente, del investigador, del estudiante y de interacción social.
  4. Estatuto académico y la coherencia y concreción con el PEI y los PEP
  5. Estatuto académico y educación pertinente
  6. La ruta metodológica de la construcción del ESTATUTO ACADEMICO, separamos los estatutos específicos o abordamos como conjunto iniciando la definición y enfoque de la academia (debate epistemológico)

 

¡Bienvenida la reforma académica!

 

JAIME MEJIA BASTIDAS

REPRESENTANTE PROFESORAL ANTE C.S.U. UDENAR

 

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