El recorrido del desfile tradicional de Años viejos, así como el de los demás desfiles y eventos de la programación del Carnaval, que hacen los participantes de las distintas modalidades presentando su trabajo artístico al público y al jurado calificador, se realiza por la Senda del Carnaval, establecida y delimitada, en forma oficial: La zona cultural festiva y comercial del carnaval, es el área urbana determinada que enmarca la Senda del Carnaval y se encuentra específicamente delimitada y reglamentada de manera temporal para el uso comercial, lúdico, recreativo y cultural durante el desarrollo de las fiestas de fin de año y de Carnaval.
Es obligación que cada motivo lleve una “viuda” que hace el recorrido a pie llorando y lamentándose por la muerte del “Año Viejo”. “Viuda”, que generalmente es un hombre vestido estrafalariamente de mujer. También, un “Testamento”, que hace alusión a los sucesos y personajes del año, en tono de crítica, sátira, burla, jococidad y buen humor. Textos de los “testamentos” se han popularizado por la región hasta quedar grabados en la memoria de los habitantes.
Respecto a la costumbre de escribir el “testamento”, el historiador Justino Mejía y Mejía en su estudio sobre las “Costumbres de la Provincia de Obando”, rescató algunas estrofas de “El Testamento del Indio”, que dice de los ritos funerarios de los habitantes de la región andina nariñense:
“Para mi velorio
No tendrís dolor
Matarás la vaca
La que esté mejor.
En la loma larga
Quedan las zanahorias
Harislas cavar
Y harís el masato.
Si carne les falta
Matarás oveja
Que la recomiendo
A mi hermana Josefa.
Hermano Raimundo
Tendráme cuidado
De que mi mujercita
No se vote al mundo.
Vení mujercita
Te aconsejaré
Como buena viuda
Portaraste bien
Uya yay…
… A mi tío Patricio…
Le voy a encargar
Que a mi mujercita
Le ponga juicio…
… Estos consejitos
Te acordarás
Hasta el día
En que me enterrarás
Uya yay…
Ya canta cuscungo
Ya voy a morir
Mal aire me ha dado
Que voy a morir.”[1]
[1] MEJIA Y MEJIA, Justino (1934). Costumbres de la provincia de Obando. En: Ensayo sobre Prehistoria Nariñense. Pasto, p. 23-24.