Los cantos de las aves, han servido como modelo de inspiración para la interpretación de canciones y en el desarrollo de la música desde las primeras culturas y civilizaciones humanas. Investigadores del Instituto Max Planck de Ornitología en Alemania y de la Facultad de Artes de Cornish en Seattle, Estados Unidos, realizaron una investigación sobre el canto del Cucarachero Musical (Cyphorhinus arada) y sus similitudes con algunas piezas musicales. El Cucarachero Musical es una especie amazónica que nada tiene que envidiarle a los grandes compositores e intérpretes de la música clásica, debido a que su canto es tan melodioso y deleitante que sus notas presentan intervalos constantes abarcando octavas perfectas, quintas y cuartas. El estudio reveló la estrecha similitud de su canto con las composiciones de Haydn en el segundo movimiento de la Sinfonia No. 103 y en una de las fugas de Johann Sebastian Bach. Este cucarachero puede ser escuchado en territorios de nuestro vecino Putumayo (Orito y Mocoa) y probablemente en la zona amazónica de Nariño (Ipiales y Puerres).
Los cantos de las aves, han servido como modelo de inspiración para la interpretación de canciones y en el desarrollo de la música desde las primeras culturas y civilizaciones humanas
Por otra parte, los cantos de las aves también son causantes de mitos y leyendas. Podemos destacar historias como las vocalizaciones del Cuco Sinfín (Tapera naevia) asociado a mal augurio y muerte y conocido su canto como el “tres-pies”, que con cada sonido realiza un paso acercándose a su víctima y al tercer paso le atraviesa el corazón. Dicen las historias que las víctimas del “tres-pies” son encontradas en los caminos sin ninguna herida, pero por dentro su corazón está totalmente destruido. Pero quizás las historias más comunes surgen de grupos de aves nocturnas o crepusculares, por ejemplo el Halcón Culebrero o “Guaco” (Herpetotherex cachinnans) vocaliza extensamente durante el atardecer e incluso durante la noche, y así, surge la creencia de que anuncia tu muerte al producir un sonido parecido a una voz que exclama “al hueco va… … al hueco va”. Otros sonidos que causan terror para aquellos que caminan en las noches, son los chotacabras y bienparados (familia caprimulgidae) que tienen vocalizaciones a manera de “gritos espantosos” que dejan pálido a cualquiera, mientras otros sonidos parecen carcajadas de brujas en el interior del bosque durante las noches. Así surgen todas las historias típicas del bosque y los pueblos, la gran mayoría reflejo de la diversidad acústica de estas aves.
