Asociación de Profesores Catedráticos  UDENAR

COMUNICADO

 

 

San Juan de Pasto, Abril 3 de 2020

 

Esta pandemia nos ha dado una lección de vida más allá de lo que podíamos imaginar, no solo por los sueños interrumpidos y desempeños inacabados, sino también por los currículos recortados; es otro espacio para el reencuentro consigo mismo y de reformulación de la comunicación profunda con el otro, en una reflexión fuera de serie a partir de un paréntesis con mayúsculas que aún no logramos asimilar, con una extraña sensación de acabose, pero igual de esperanza de algo mejor por construir.

 

Nadie estaba preparado para afrontar esta crisis generada por la presencia del Covid 19, ni siquiera en el ámbito académico, situación que nos obliga a avanzar a pesar de todas las dificultades instrumentales y pedagógicas de la virtualidad, realidad tecnológica que hasta ahora empezamos a entender su importancia, significado epistemológico y la necesidad de reformular profundamente la labor docente.

 

Entendemos todas las dificultades que han quedado al descubierto con la implementación de esta modalidad que nos tocó asumir de manera espontánea e improvisada, pero tenemos que apostarle al ejercicio de enseñanza – aprendizaje no presencial, todo por mantener abierta nuestra universidad, todo por mantenerla viva y no marginarnos de una dinámica no solo curricular sino de interacción humana.

 

La enseñanza cobra otro sentido en esta contingencia y con seguridad también hacia el futuro, entendemos que nuestra misión rebasa la simple enseñanza o el reduccionismo de dictar clases, se trata de conocer entre todos las claves del aprendizaje, hoy sabemos que el aprender a aprender tiene total vigencia en este campus virtual, donde la flexibilidad tanto de métodos como de evaluación nos convoca a asumir nuevas construcciones y actitudes pedagógicas.

 

No deja de sorprender que en medio de una situación suigeneris haya sectores que sigan planteando salidas improcedentes, discutibles inclusive en situaciones normales, ni siquiera la crisis los ha llevado a inventar algo nuevo, seguimos escuchando las viejas categorías contestatarias de paro o suspensión para una realidad de anormalidad, que de por sí, ha suspendido la actividad educativa tradicional, es necesario que cuando todo esto pase, se reconsidere la sobre-simplificación dogmática.

 

Esta emergencia sanitaria nos está mostrando un pequeño intersticio virtual por donde lograr intercomunicación entre la comunidad universitaria, que se constituye en oxígeno en el quehacer pedagógico pero sobre todo, oxígeno en nuestro necesario vínculo humano en medio de una coyuntura que reclama solidaridad y responsabilidad.

 

Nos corresponde ser más propositivos tanto con los desempeños académicos como con la superación de las dificultades, realizando actividades pedagógicas de refuerzo de temas y contenidos adelantados, primordialmente con los estudiantes que tienen dificultades de conectividad durante la cuarentena y también estableciendo mecanismos y estrategias de aprendizaje aptos para que los estudiantes alcancen las competencias necesarias en cada una de las disciplinas.

 

Hoy se presenta una gran oportunidad para que nuestra Universidad vincule proyectos para el acceso a recursos que permitan, en el corto y mediano plazo, adquirir la tecnología necesaria que provea conectividad para toda la comunidad universitaria, especialmente la académica, haciendo énfasis en los estudiantes de bajos recursos o cuyas condiciones de acceso a internet sean limitadas o nulas, estrategia que debe propender por  incentivar la excelencia académica para acceder a dichos beneficios. Para esto es necesario realizar un censo a la población universitaria sobre las condiciones de conectividad que posee cada persona, e identificar los factores preponderantes que infieren en tales condiciones. Vincular el derecho que tiene la comunidad académica de acceder a la información, la comunicación y la tele formación, como parte integral de su quehacer dentro del cumplimiento de las funciones misionales de docencia, investigación e interacción social.

 

Por supuesto, somos completamente conscientes que es hora de reclamar, eso sí al Gobierno Nacional, los recursos necesarios para la conectividad total de nuestros estudiantes y recordar a la Universidad la necesidad que tiene de actualizar y fortalecer su capacidad logística, técnica y tecnológica, con la cual responder –no solo a una situación coyuntural— sino en todos y cada uno de los escenarios que la vida académica nos plantea; pero hasta tanto, no apaguemos esta tenue luz virtual que nos permite mantener abierta nuestra Alma Máter.

 

 

ASOCIACIÓN DE PROFESORES CATEDRÁTICOS UDENAR

ASPROCAT

 

 

Comentarios de Facebook