Cuidar a los adultos mayores en el hogar frente al COVID 19, es un acto de responsabilidad intergeneracional y un compromiso social.

 

 

La protección de los derechos humanos de los adultos mayores es una responsabilidad que convoca a todos los sectores sociales a propiciar condiciones de bienestar para un envejecimiento activo, entendido según la OMS como aquel “proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.” [i]  Desde esta perspectiva, la familia es trascendental para fortalecer escenarios de participación e inclusión y se convierte en la principal red de apoyo ante las diversas situaciones que se pueden presentar en su ciclo vital.

 

En este sentido, frente a la actual alerta mundial declarada por la OMS por la pandemia del covid-19 que afecta precisamente con mayor rigor a la población adulta mayor según el reporte estadístico, la familia se constituye en una red de apoyo transcendental para proteger apropiadamente la salud de los adultos mayores en su hogar, intentando adoptar los protocolos preventivos sugeridos por las autoridades sanitarias y respaldando alternativas para que las medidas de aislamiento sean lo más amenas posibles. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) [ii] y varios expertos en salud pública resaltan entre ellas, las siguientes:

 

  • Tener un diálogo abierto en la familia para hablar sobre la situación, evitando la ansiedad que se puede ocasionar por la sobreinformación o por fuentes no confiables.

 

  • Procurar adaptar espacios específicos en la vivienda para que los adultos mayores puedan realizar actividades físicas y manuales acorde a sus condiciones y preferencias.

 

  • Brindar alternativas de practicar juegos en casa que los incluyan con el resto de miembros de la familia que estimulen su participación activa.

 

  • Colaborar para que los adultos mayores puedan acceder al uso la tecnología para mantener contacto virtual con el resto de sus parientes y amigos.

 

  • Prever una reserva de medicamentos de uso común que la familia y adulto mayor suele necesitar.

 

  • Distribuir tareas para mantener limpias las superficies de los objetos que tocan con frecuencia como mesas, interruptores de luz y manijas de puertas.

 

  • Mantener el habitó de el lavado frecuente de manos por lo menos por 20 segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer, después de sonarse la nariz, toser o estornudar.

 

  • Cubrir nariz y boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar.

 

  • Realizar una lista de contactos de emergencia.

 

  • Conocer a los vecinos para planificar las formas de actuación oportuna en casos de emergencia en su comunidad.

 

La promoción de la salud en los adultos mayores requiere fomentar su autonomía y participación en las decisiones de autocuidado del hogar y demanda estrechar los vínculos intergeneracionales de solidaridad en la familia.

 

 

 

 

Mg. Gloria Patricia Cerón Bastidas

Docente Hora Catedra Programa Tecnología en Promoción de la Salud

Facultad Ciencias de la Salud Universidad de Nariño

 

 

 

 

[i]   Ministerio de Salud y de Protección Social. Política colombiana de envejecimiento humano y vejez 2014-2024.. [citado 17 marzo 2020]. Disponible en internet: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/PS/POCEHV-2014-2024.pdf

[ii]   Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). [citado 17 marzo 2020]. Disponible en internet: https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/index-sp.html.

 

 

 

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