Nos internamos en el corazón del mar Pacífico Nariñense para reconocer una Indoamérica que ha permanecido oculta bajo la sombra del conflicto armado y la injusticia social durante años y que nos ha permitido ignorar como nariñenses, una tierra cubierta por ríos, con riveras de oro y de una inmensa riqueza cultural y geográfica que también es nuestra:

La tierra de los Eperara Siapidara.

 

 

 

En el presente año, INDOAMERICANTO vuelve sus ojos a la Costa Pacífica Nariñense para denunciar con su arte el conflicto que viven nuestros hermanos rivereños. Por ello en este artículo, hacemos un homenaje a este importante Colectivo Coreográfico, sensible al dolor y sufrimiento de nuestros coterráneos.

 

INDOAMERICANTO, “la gran minga por la vida” es toda una institución de cultura que ha marcado a lo largo de un cuarto de siglo, una huella imborrable en el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto. La fundación cultural tiene como propósito el estudio, la salvaguardia, la apropiación y difusión de conocimientos y valores de la cultura regional. Genera procesos de formación coreográfica en sus integrantes y gestiona proyectos artístico-culturales.

 

 

En un comienzo INDOAMERICANTO  fue declarado fuera de concurso en los desfiles del Carnaval. Luego, en sus participaciones del Canto a la Tierra ha conseguido el primer lugar en más de diez ocasiones.  Fue el representante cultural en los Juegos Nacionales del año 2000 y ha sido el embajador artístico tanto en Colombia como en varios países del mundo, convirtiéndose así en el grupo más importante en la historia del Carnaval de Pasto.

 

Estamos seguros que sus triunfos están fincados en sus principios y valores propios de la Minga Andina como el liderazgo de sus dirigentes, la solidaridad, el compañerismo, el trabajo en equipo, la pasión, la entrega incondicional y el amor por esta tierra.

 

Con Indoamericanto, todo el pueblo pastuso se siente identificado, vibrando de emoción al paso de sus magníficas coreografías por la senda del carnaval. Por ello, sin duda alguna, se ha convertido en un digno representante de nuestro patrimonio cultural nariñense.

 

 

Carlos Benavides Díaz

Docente de Formación Humanística Universidad de Nariño

 

 

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