así que sería una película muda y sin color, perfecta para la reconciliación

Nuestro reto en el Festival de Cine de Pasto, era contar una historia acerca del conflicto y la paz en 3 minutos, tema obligatorio por la situación que vive el país y estábamos de acuerdo.

 

La categoría era cortometraje; sabíamos que contar una historia coherente en 3 minutos era supremamente complicado; por nuestra mente pasaron miles de ideas locas para plasmar historias de personajes que han sufrido el conflicto como paramilitares, guerrileros; la falta de recursos era otro aspecto a superar, apenas teniamos una cámara profesional réflex convencional, ningún trípode, ni estabilizador de imagen, ni luces, ni un buen micrófono; además, el Festival estipuló un requerimiento especial que en cualquier momento en el corto debía aparecer una paloma.

 

 

Poco a poco fuimos organizando ideas, teniendo en cuenta, primero, como dice Juan Carlos Melo, director, guionista y productor de la película “Jardín de Amapolas”, que para hacer una película colombiana acerca del conflicto no se debe inclinar a ningún bando, ser neutral y pensar en las víctimas que viven las consecuencias del conflicto; entonces, nuestro corto seria sobre víctimas del conflicto; muchas ideas surgieron, las discutimos y concluimos en que construir un guión era una locura; así es que, nos centramos en conseguir el mejor escenario para contar una historia y pensamos en las mejores películas grabadas en las lagunas de Nariño.

 

Nos dirijimos entonces a la Laguna de Cumbal, un lugar mágico que hace volar tu imaginación; partimos con el equipo, una cámara y dos actores; los escenarios empezaron a aparecer solos, la historia se contaba sola en ese paraje y los elementos aparecían como si nos hubiesen estado esperando, grabamos hasta que se ocultó el sol; nos vimos obligados a cortar el audio por falta de buenos micrófonos, quitamos el color porque no nos convencía el captado por la cámara; así que sería una película muda y sin color, perfecta para la reconciliación; en la edición seleccionamos las escenas y la historia aparecía sola, desplazados que regresan a su hogar al final del conflicto; con la ayuda de la música, sin copyright de google, el cortometraje tuvo el dramatismo esperado y con la selección de las escenas contábamos con 2 minutos y 30 segundos de video; necesitábamos un final y un título; el tercer integrante del equipo, Alexander Navarro dibujó una casa y la paloma para el final del vídeo con la frase “Después de tanta guerra era hora de volver a casa”. Ese fue el titulo del corto.

 

David Felipe Orbes

Director del “Grupo 7 Poeta”, Estudiante de V Semestre de Diseño Grafico de la Universidad de Nariño.

 

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