Ensayo elaborado en el marco de la Maestría en Promoción y Prevención en Salud Mental.

 

El comprender la Salud Mental como una construcción compleja de acciones que viabilicen un BienEstar subjetivo y colectivo, implica ahondar en el reconocimiento del concepto de salud como un proceso con contenido histórico y dinámico, que se debe analizar de manera contextualizada (Carmona, 2020) desde la experiencia del sujeto social. La globalización, ha conllevado a la construcción de sociedades pensadas desde posturas individualistas y consumistas, asumiendo el proceso de salud enfermedad desde nociones reduccionistas que posicionan posturas basadas en lo netamente biológico y pasando por alto las condiciones sociales, culturales e históricas inmersas en dicha relación.

 

Es este marco el comprender la importancia de los hábitos de vida saludable en la construcción de sociedades que luchen en contra de la desigualdad, implica asumir el valor social que estos tienen, en relación con la calidad de la existencia humana que requiere de múltiples condiciones económicas y políticas que repercutan en sistema de salud pública existente, la interacción del individuo-profesional de la salud, las condiciones materiales y la forma en que los grandes grupos sociales se organizan y se realizan productivamente etc (Espinosa, 2004). Es importante mencionar, que si bien los hábitos de vida saludable tienen mucho que ver con las decisiones de vida que a nivel subjetivo se tomen, estos además deben permearse por la reflexión y puesta en marcha de acciones que impliquen a nivel general, la relación de las estructuras que organizan la producción social, a nivel particular, los modos de vida y las acciones y procesos colectivos que viabilizan las dinámicas de los grupos humanos y a nivel singular, ubicando al sujeto en el plano de los estilos de vida que asume (Carmona, 2020), todo esto en el marco de la comprensión de las relaciones dialécticas que configuran las dinámicas de inequidades y poder.

 

En ese orden de ideas, resulta entonces primordial ahondar en reflexiones que promuevan posturas en pro de la construcción de hábitos de vida saludable que comprenda al ser humano a partir de la capacidad de construir sentidos y generar significados en la relación con sí mismos y el entorno, desde un entramado de redes que constituyen tejido social, y que incidan de manera positiva en experiencias de aprendizaje, toma de conciencia y modificación de conductas que otorguen un sentido de vida coherente y corresponsable (Torres, et. Al, 2019). De ese modo, ahondar en el marco de las luchas colectivas por escenarios en búsqueda de BienEstar desde una visión integral que permitan influir en los modos de vida y garantizar el acceso a condiciones básicas que propicien una calidad de vida, es primordial en la reconfiguración de los procesos de organización social que dominan las estructuras generales en búsqueda de condiciones focalizadas en la consecución de políticas para la vida digna y justicia social, en contraposición a las relaciones entre producción, propiedad y poder que sustentan el modelo de acumulación capitalista y que es allí donde se explican las inequidades (Carmona, 2020).

 

Ahora, el reto es entonces la construcción colectiva de asumir la vida en el marco del fortalecimiento de hábitos que permitan la corresponsabilidad y la solidaridad más allá de las nociones de consumo, que garanticen el acceso a condiciones favorables y consecuentes en el marco de la construcción de una Salud Mental para el Buen vivir y la soberanía como base elemental para el desarrollo de los pueblos y sus habitantes a partir de una visión holística y transdisciplinar de las acciones que las políticas en salud puedan derivar para la atención de tales fines.

 

 

Maria Fernanda Hernández Caicedo

Maestrante en Promoción y Prevención en Salud Mental

Universidad de Nariño

 

 

Mg. Ps. Álvaro Dorado Martinez – Docente Orientador
Docente – Investigador, Programa de Psicología 

Universidad de Nariño

 


 

Referencias

 

Carmona, L. (2020). La determinación social, una visión epistemológica para comprender el proceso salud-enfermedad. Revista Ciencias de la Salud, 18(Ed. Especial).

 

Espinosa, L. (2004). Cambios del modo y estilo de vida; su influencia en el proceso salud-enfermedad. Revista Cubana de Estomatología, 41(3).

 

Torres, J., Contreras, S., Lippi, L., Huaiquimilla, M. & Leal, R. (2019). Hábitos de vida saludable como indicador de desarrollo personal y social: discursos y prácticas en escuelas. Calidad en la educación, (50), 357-392.

 

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