–Hoy es un día muy especial en mi vida y por eso invito a una fiesta en donde sólo se brinde con el vino de los grandes amantes que se juegan la vida en un instante porque saben que éste quedará en la memoria para siempre.

 

–Silvio Aurelio Sánchez Fajardo.

 

“No quería que llegase la hora de decirte la mala noticia, ha llegado la hora. Las horas llegan por un largo camino desde el mundo de la vida. La juventud está atada al tiempo: Es una idea en el tiempo”. Continuando estos Diálogos Imperfectos o, mejor, esta Conversación Interminable con la Universidad de Nariño, que no trata sino de ¡Vivir hasta las últimas consecuencias! Pretende en este instante vivido que atraviesa la Universidad, dejar como memoria algunos recuerdos, tal vez sentenciosos otros quizá oraculares, intentando encontrar a nuestra Alma Mater Nariñense desde sus bordes aún a sabiendas de la brevedad de la vida.

 

La Universidad de Nariño merece una lectura que intente dar cuenta de sus – complejicas– gramáticas. Quisiéramos continuar narrando algunas historias, para dar cuenta de una conversación con la VIDA. La concepción que de Reforma Universitaria o, mejor, Reforma Profunda, en la cual nos empeñamos hoy, arriba a un horizonte, un cruce de caminos heredado por una larga tradición de discursos interrumpidos, nos permite preguntarnos desde las raíces, desde el origen: ¿Y dónde vamos a echar raíces sino en la Región-Sur?

 

¡Ricardo Semillas, palabras verde esperanza teñidas de sal y selva, la vida es nuestra, también es nuestra la tierra y las palabras que traigo son semillas también nuestras!

 

Junto al maestro Luis Eduardo Mora-Osejo podemos decir que esta Universidad ha sido sembrada a partir de semillas; semillas que son las luchas y los sueños inconclusos, –soñar, soñares–, del pueblo nariñense por una Educación Pública Estatal digna. Ahora sí, podemos reconstruir toda su historia.

 

Un acontecimiento en la cultura.

 

Fue en una Lunada, bailando en la Plaza Fuchi, ahí en esa Fiesta que acontece todos los días, ahí en esa Fiesta que es la vida… ¡En los días que uno tras otro son la vida! donde muchos compañeros y compañeras lanzan su suerte al azar e inventan mil maneras para encontrar un sustento económico, una segunda oportunidad en esta tierra, porque la vida material esta materialmente dura…

 

¡Por Vane, Pacú y Pullitas Que le Bajen al Bus! En la Universidad lo ignoremos o no, se padece hambre, basta recordar a nuestros directivos y profesores que, muchos compañeros y compañeras estudiantes, pero especialmente aquellos que

 

vienen de los distintos, pero no distantes paisajes de la Región–Sur, se la juegan toda con sus familias por un instante de estar estudiando en una Universidad Pública de Calidad, y, por tanto, no olvidar que a muchos y muchas se nos envolata el almuerzo…

 

Por ello un profundo agradecimiento a los compañeros y compañeras de la Universidad de Nariño que se comprometen a esa gran labor de las ollas comunitarias donde también se preparan y cocinan las ideas que, de ser humano, historia y Pachamama, redireccionan los relámpagos inclementes de la precarización de la vida…

 

¿Podemos organizarnos, compañeros y compañeras? ¿Podemos organizarnos en torno a diálogos imperfectos, y conversar qué sucede con el alimento de la Universidad, alimento que en última instancia permite pensar desde la Región–Sur?

¿Cómo pensar en la Universidad–Región y en la construcción de Estatutos, sea este Académico, de la Democracia, Estudiantil etc., cómo pensar en un modelo de desarrollo alternativo para la región, si las condiciones de posibilidad que permiten el pensar mismo, no solo están en peligro en la Universidad porque se vulnera la dignidad de los estudiantes, sino también a nivel mundial, porque las condiciones de vida de todo el planeta tierra podrían desaparecer? Nos encontramos en un contexto geopolítico en el que se ordena en otro modo la hegemonía del poder. En el viejo y el nuevo mundo se han desatado guerras y por eso nuestra apuesta es por la Paz y por la Vida. Sabemos que la paz pasa por el alimento.

 

Muchos estudiantes han dado a conocer su inconformidad, frente a no solo como sé están distribuyendo los cupos de alimentación, y de lo que significa estar entre los reasignados, que no vengan algunos directivos, torniquetes y roscas a dárselas de arribistas. Los puestos de trabajo de los estudiantes que están en la Plaza Fuchi son la economía diaria del estudiantado de la Universidad de Nariño, alimentan a los estudiantes, son accesibles para los estudiantes. Vale decir también, que la flor de la paz y el licor bendito, el licor del tormento, también son un alimento en nuestro claustro de educación superior, ¿Podemos conversar las maneras que tenemos los jóvenes de hacer Fiesta Universitaria? Es verdad que nos desbordamos en excesos. En el mundo moderno y en el mundo de la vida cotidiana, el tiempo ha pasado a ser una experiencia de constante aceleración, aumentando nuestras crisis existenciales y destruyendo nuestra experiencia de habitar en esta gran MORADA AL SUR. Crisis que se reflejan cuando conocemos los límites de la euforia. Conversemos también en torno a cómo se está llevando el tema del consumo de sustancias psicoactivas en nuestra Universidad, se está satanizando a la Comunidad Universitaria.

 

Alimento no solo del estómago, sino también alimento del espíritu, y por ello los libros. La Biblioteca de la Universidad de Nariño, que lleva el nombre del maestro Alberto Quijano Guerrero, tal vez sea una de las más importantes Bibliotecas Públicas en este suroccidente colombiano, y el polvo, ese fiel amigo, está afectando la salud de los trabajadores y trabajadoras de la universidad que gustan navegar entre libros. ¿Haremos algo para recuperar nuestras letras? ¿Recuperaremos nuestros silencios? ¿Sacaremos del silencio, el olvido o dejaremos que el polvo sea nuestro amigo eterno?

 

¡Quisiera hoy recuperar las letras de Nariño! ¡Quisiera hoy evocar a todas las letras y a todos los silencios de Nariño! Es necesaria la construcción de otros Mundos Posibles, narrados desde su propia partitura irreverente, desde sus propios ritmos. No venimos a proponer nada nuevo, nos gusta caminar por los márgenes, tan solo que miremos nuestro porvenir en nuestro pasado. El pasado es un tiempo aun por vivir.

 

Por ello, en palabras de nuestro Compañero Jairo Moncayo Pazcuasa, decimos:

 

¡Estamos hoy haciendo una jornada de protesta como estudiantes. Como estudiantes estamos en un futuro incierto ya que no tenemos una Educación de calidad comprometida con el pueblo!

 

Decreto No. 4521 Pasto, septiembre 8 de 1948 – Universidad de Nariño:

 

Aquí también necesitamos Universidad al servicio del pueblo y no al servicio de las castas, de las oligarquías y de los poderosos [también decimos, ni al servicio de las roscas, ni de los contratistas, ni de los feudos…]. Tiempo es ya de decirlo, necesitamos Reforma Universitaria…

 

¡Ay las Noches en la Udenar! Y hasta más allá de cuando las luces nos apaguen, seguimos y seguiremos en las Lunadas danzando desde umbrales llenos de niebla y espanto arrullados por dos de los barrios que se inscriben en el margen de la Ciudad Sultana del Galeras, a saber, El Polvorín y el Figueroa, a punta de vender hervidos y planear uno que otro bazar, para irnos de Practica Académica en aquellos buses viejos del 92, dirigidos por todas y más allá de las rutas que permite la rosa náutica, por dignos trabajadores que sobrevuelan barcos cargados de sueños. Trabajadores de la Universidad de Nariño, quienes también tienen hoy un papel importante para ayudarnos a narrar historias de la Región Sur, porque son ellos quienes también han recorrido profundamente por estas montañas rebeldes…

 

Continuando esta historia y desentrañando sus pliegues miramos un avance significativo que contradice de facto los discursos pesimistas o cortoplacistas que quieren ver todo de inmediato y van produciendo desesperanza en los medios, en los pasillos, en la cafetería, no haciendo otra cosa que desear un nuevo fracaso de reforma como muchos otros en los últimos treinta años; claro muchas veces haciendo uso de modelos de poder y de gramáticas de la vieja Universidad que queremos abandonar. El lenguaje de pasillo y la tertulia de cafetería nunca han sido una propuesta intelectual, pero si enriquecen la formación humana por esa maravillosa espontaneidad que se fertiliza cuando los jóvenes sueñan como Alicia en tributarle al mundo de la vida grandes sueños que se convierten en realidades y otros en recuerdos imperecederos… A ellos también mis respetos y afecto porque son voces que aportan así sea desde linderos distintos, pero tienen todo el derecho de hacerlo aunque incomoden, porque los dogmatismos hace rato perdieron la partida y no aceptar otras voces es un regreso al dogmatismo.1

 

El mapa político en la región ha cambiado. ¿El “espectro” político en la Universidad de Nariño seguirá siendo el mismo? Los distintos movimientos políticos de izquierda, que ahora podemos llamar “tradicionales”, han mantenido un lugar privilegiado en la Universidad para poder desplegar todo un programa, toda una conspiración a través de las organizaciones estudiantiles que, hasta ahora, han demostrado ser incapaces de construir un proyecto amplio y de unidad en el movimiento estudiantil de la Universidad de Nariño. –Solo se busca un recambio generacional de lideres–. Repensemos muy seriamente las Elecciones Estudiantiles que se vienen para nuestra Alma Mater Nariñense. ¡Pensemos muy en serio la idea de la unidad de los estudiantes de Colombia! Nuestra apuesta va más allá de las actuales candidaturas ante las distintas representaciones estudiantiles, apostémosle al Voto en Blanco! Vamos hacia La Otra Campaña

 

Si caminásemos un poco por los linderos de la Ciudadela de Torobajo, nos daríamos cuenta que ella habla desde sus bordes, desde sus pliegues, desde sus paredes.

 

¡LA PLAZA FUCHI ES UN ACONTECIMIENTO EN LA CULTURA! ¡No a la reubicación de puestos de trabajo de los estudiantes!

 

Este lugar se lo han ganado los estudiantes al persistir y aguantar toda clase de vendavales. Sabemos que el compromiso en estos lugares donde se despliega lo humano de la vida consiste, siguiendo las enseñanzas de nuestro Maestros y Maestras en crear, inventar, pensar, habitar y soñar, para que cada vez la memoria sea más larga. No queremos ni policías, ni militares, ni paramilitares, ni grupos armados ilegales ligados al narcotráfico infiltrados en los recintos de nuestra Alma Mater Nariñense.

 

Preguntemos a los recuerdos, la Flor Combativa de la Universidad de Nariño necesita ser cuidada y regada por las Generaciones de la Paz.

 

¡Conversemos Interminablemente en Diálogos Imperfectos, Otros Mundos Son Posibles!

 

SANTIAGO YANDAR PAZ

Estudiante de Sociología

Universidad de Nariño

 


 

1 Sánchez Fajardo, Silvio. …Y ahora, preguntemos a los recuerdos. Universidad de Nariño, San Juan de Pasto, 2010. Pág. 35.

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