Los estudiantes de la Primera cohorte de la Especialización de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nariño, consternados por la escalada de violencia que se viene presentado en nuestro departamento hacemos un llamado contundente a mantener la cordura y la sensatez, desde la academia elevamos nuestra voz para que sea escuchada, por todos, desde los actores del conflicto a los señores de la guerra, para que moderen sus actuaciones y detengan en forma inmediata las violaciones a los Derechos Humanos.

 

Así mismo, manifestamos nuestra solidaridad y condolencia para con las familias que han sufrido en días pasados los embates de la cruel violencia que azota nuestra Región. El sacrificio inane de jóvenes por parte de los grupos armados, deterioran aún más la grave situación social, económica y política de nuestras región, nos sumerge en el fango de la indolencia y el desprecio por los valores más altos, y nos condena irremediablemente a convivir con el estigma del odio y el rencor.

 

Vemos con tristeza como la vida de jóvenes nariñenses se sacrifican en un conflicto armado, reflejo y consecuencia de todos los conflictos que agobian a nuestra sociedad, sin embargo, estamos absolutamente seguros que la victimización y el sacrificio de nuestras comunidades rurales: afros, campesinos e indígenas no nos llevarán a ninguna solución, ni a mediano ni a corto plazo. El aplicar el viejo aforismo de “ojo por ojo” nos conducirá irreductiblemente a que todos al finalizar, terminemos ciegos.

 

En este momento luctuoso y de gran angustia convocamos a todas las fuerzas de la sociedad civil para hacer un frente común, de rechazo absoluto a la combinación de todas las formas de violencia, conminamos a que cesen las agresiones y hacemos votos sinceros porque el dialogo y la razón permitan alcanzar el silencio de las armas, y en su lugar sea el estruendo de las voces, el que permita llegar a solucionar los incontables problemas que afrontamos.

 

Como futuros defensores de Derechos Humanos, y como hijos de una región azotada por la violencia, desde el Mar hasta el Galeras, nuestra voz se une a las que claman Justicia, es momento de dejar de lado las diferencias y el resonar de armas que apabullan la dignidad de los Nariñenses y hacer resonar ese grito de Paz que tanto anhelamos desde cada rincón de nuestro terruño.

 

Rechazamos los actos de indiferencia mostrados desde el Gobierno Central e instamos a todos los entes tanto del orden Nacional como Internacional, a tomar cartas en el asunto, haciendo propuestas desde el diálogo lejos de la vía armada y en pro de la defensa y salvaguarda de los Derechos Humanos. Queremos que el nombre de Colombia sea sinónimo de Paz, para que por fin “Cese la horrible noche”…

 

 

Estudiantes Especialización en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Nariño – Primera Promoción

 

 

 

 

 

 

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