Doctor
DIMITRI ZANINOVICH
Presidente Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)
Bogotá D.C.
La Asociación Nariñense para la Supervisión de la Infraestructura Vial (ANSI), mediante este documento, lo estamos invitando públicamente para que venga de manera perentoria a la ciudad de Pasto a explicar a los nariñenses el estado real del proyecto de la Construcción de la vía Rumichaca-Pasto, contrato de concesión que tiene la Concesionaria Unión Vial del Sur. Este llamamiento se basa en el atraso evidente de la obra, ya que todos los plazos se han incumplido y no se ha movido un centímetro de buldócer, situación que tiene en ascuas a la población sureña, la misma ya está cansada de tanta promesa incumplida.
En los últimos meses hemos enviado varias comunicaciones a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), en la que hemos solicitado información y aclaración referente al proyectos de construcción de la vía Rumichaca-Pasto contenido en el CONTRATO DE CONCESIÓN (APP NO. 15 DEL 11 DE SEPTIEMBRE 2015); si bien la ANI ha contestado nuestros requerimientos, las respuestas distan mucho de ser convincentes y coherentes, entre otras por las siguientes razones:
1. En todas las misivas hemos reiterado nuestra posición de solicitar que se respete el contrato de concesión firmado entre la ANI y el Consorcio Unión Vial del Sur, que incluye la construcción de la segunda calzada, anexa a la vía existente entre Rumichaca-Pasto y que incluye la construcción de 7 túneles menores y 17 puentes.
2. Consideramos que la modificación firmada entre la ANI y el Consorcio Unión Vial del Sur, (Otro Si No. 2 firmado el 08 de febrero de 2017) es una modificación flagrante del contrato original y está en contravía de las disposiciones legales colombianas. En nuestro concepto la ANI, aceptó la modificación del contrato original, en el cual se involucra un cambio fundamental relacionado con la variante en el tramo San Juan – Pilcuán, omitiendo la figura del AMIGABLE COMPONEDOR, (capítulo XV del contrato de concesión).
Este mecanismo ya había sido invocado para aclarar el tema del trayecto Catambuco -Pasto (rehabilitación o mejoramiento), en el cual se respetó el acuerdo pactado y se ordenó realizar mejoramiento; de igual forma se utilizó en otra concesión que involucraba a la firma Sacyr en otra parte de Colombia (Puerta de Hierro-Palmar de Varela y Carreto- Cruz del Viso, en los departamentos de Sucre, Bolívar y Atlántico). En nuestro caso esta figura no se activó y la determinación la tomó la ANI con un curioso y extraño “estudio de conveniencia y oportunidad”.
3. Con este cambio al contrato original, la ANI le sigue haciendo el juego a las grandes constructoras que en el mundo participan en licitaciones de obras de infraestructura y las que la prensa denomina las reinas de la “Cultura de la modificación”; estas empresas han desarrollado la estrategia de licitar a bajo costo y ganarse el contrato, y a los pocos días de que se les adjudica la concesión, empiezan a solicitar “modificaciones” argumentando varios “sofismas y argucias legales”, dilatando el inicio de la obra, para finalmente no ejecutar la obra para luego demandar; logrando así que los entes públicos o el Estado les pague trabajos que no han ejecutado. De estos casos hay varios en Colombia, el más reciente y sonado es el de Odebrecht y el otro, sí en la Ruta del Sol, como usted bien conoce.
4. De igual forma hemos insistido que el papel del interventor es “preocupante” y hemos detectado su falta de coherencia en sus actuaciones, ya que este funcionario más parece “empleado” de la Concesionaria, que aquel encargado de velar por que se cumplan las “obligaciones contractuales”. Para puntualizar lo dicho basta recordar el mecanismo del “amigable componedor” que el interventor debió sugerir para dirimir las controversias entre las partes; o su papel ambiguo en el desarrollo del Estudio de “Conveniencia y Oportunidad”, ya en un principio objetó la modificación pero al final terminó aceptándola.
5. Por otra parte es bueno que se aclare, porque la ANI, ni el interventor, no se han manifestado oficialmente, sobre la desintegración “de hecho” del Consorcio ganador del contrato de Concesión, ya que el mismo estaba conformado por Sacyr Concesiones con el 60% y Herdoiza Crespo Construcciones con un 40%; se conoce ahora que la segunda firma tiene varias discrepancias con la firma española y ha retirado su maquinaria de la zona del proyecto, sin que se haya explicado las razones para abandonar la concesión y lo que es más extraño, nadie se ha manifestado sobre si la legalidad y estabilidad del contrato se mantiene, o como afecta el cierre financiero de la oferta ganadora.
6. A la fecha es bueno recordar, que todas las fechas anunciadas por el Contratista han sido incumplidas, argumentado problemas derivadas de las licencias ambientales o consultas previas con las comunidades indígenas asentadas en el área, circunstancias que hacen parte del contrato y que el concesionario debió resolverlas en el marco contractual original, mismas que han sido descuidadas para dedicarse a conseguir la modificación contractual antes aludida y que originan de “forma artificiosa” los desfases al cronograma original de la obra.
En este punto es bueno anotar, que no creemos que las comunidades indígenas presentes en la región sean las culpables del atraso de la obra, por el contrario entendemos que las consultas previas han sido utilizadas por el concesionario como una “excusa” para ocultar las verdaderas razones de su incumplimiento.
7. En este proceso como en todas la obras vitales de la región, se observa una preocupante ausencia de liderazgo regional, en cabeza de sus Senadores y Representantes, así como del Gobernador de Nariño y los alcaldes de Pasto, Tangua, Yacuanquer, Funes, Imués, Puerres, Contadero e Ipiales, a quienes parece que la obra no los interesa, es bueno recordarles que la misma se realiza en su área de su jurisdicción y que es su responsabilidad velar por el desarrollo de sus respectivas regiones o localidades.
Después de haber hecho visibles en nuestra región estas preocupaciones, diferentes sectores ya empiezan a inquietarse, por lo tanto su visita a nuestra ciudad no tiene espera.
Finalmente manifestamos que no nos oponemos a la obra de la construcción de la vía Rumichaca-Pasto, a lo que nos oponemos es a que se siga dilatando el inicio de la misma con base en modificaciones “artificiosas”, las mismas que han venido siendo validadas por La ANI y por el interventor del contrato.
En concordancia estamos atentos para reunirnos con usted en Pasto, para lo cual sugerimos que se realice este encuentro en el auditorio de la Cámara de Comercio de Pasto y de cara a la comunidad.
Atentamente,
ALBERTO QUINTERO ARTURO
Coordinador Asociación Nariñense para la Supervisión de la Infraestructura Vial (ANSI)