La descolonización es la confrontación de la colonialidad, es el rescate y el reconocimiento del “otro”, es conocer nuestra cultura para ponerla a dialogar con otras en un plano de horizontalidad

 

 

Conocemos que las Ciencias Sociales nacieron en Europa, cada una de sus vertientes tiene un espacio concreto de nacimiento, surgieron en determinadas épocas y, construyeron sus estatutos epistémicos sobre la base de exclusiones y errores y respondieron a los intereses de los estados, de las naciones y de las élites de poder.

 

Sus contenidos se expandieron por el mundo, se universalizaron y los errores se repitieron sin cesar hasta convertirse, por efecto de las representaciones, en verdades absolutas y únicas. La “civilización” europea fue presentada como la mejor de las racionalidades y también como “modelo” paradigmático del desarrollo epistémico. Bajo esta concepción, las “razas inferiores” eran, a juicio de los europeos, incapaces de producir conocimiento, por tanto, había que imponerles un pensamiento para sacarlos de la “iracionalidad” proceso que hoy conocemos como la “colonialidad del saber”, esto no fue más que una “violencia epistémica” que se tradujo en el desconocimiento de la ciencia y de los saberes existentes en otras latitudes como en la América Latina.

 

En estos lugares de los Andes Americanos, en el pasado y en el presente nuestros ancestros y sus descendientes han tenido y tienen otras formas de ver el mundo, de estar en el, de pensarlo, tiene otras prácticas, otras cosmovisiones, otras cosmogonías, otras maneras de relacionarse diferentes a las visiones, prácticas e ideologías de los dominadores, en síntesis, tiene una filosofía que al confrontarla nos permite plantear la existencia de una ciencia y de un conocimiento que fueron y son subvalorados y marginados.

 

En esta obra trataré de ejemplificar mediante la confrontación y comparación, conceptos como: “Buen vivir” frente a “Mejor vivir”, propio del capitalismo, “Tiempo Circular”, frente al concepto de “Tiempo Lineal” de la ciencia occidental; la “Naturaleza como Sujeto” y la “Naturaleza como Objeto”; el “Lugar” y lo “Universal”. Esta confrontación de las dos racionalidades nos abre un camino para develar la riqueza epistémica de este otro mundo que fue desconocido como cultura y encubierto deliberadamente.

 

Desde América Latina tenemos que hacer un esfuerzo intelectual para descolonizar las mentes y avanzar en la construcción de un pensamiento alternativo. La descolonización es la confrontación de la colonialidad, es el rescate y el reconocimiento del “otro”, es conocer nuestra cultura para ponerla a dialogar con otras en un plano de horizontalidad, es el ejercicio de salirnos del lenguaje y del pensamiento hegemónico como preriquisito para crear un pensamiento propio. Descolonizarnos es liberarnos y adoptar un pensamiento crítico desde nuestra realidad, es crear distintas maneras y formas de vivir y de ser.

 

 

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Gerardo León Guerrero Vinueza
Doctor en Historia de América. Universidad Complutense de Madrid, España. Miembro de la Sociedad de Historia de la Educación Latinoamericana (SHELA).

 

Descolonizarnos es liberarnos y adoptar un pensamiento crítico desde nuestra realidad, es crear distintas maneras y formas de vivir y de ser

 

 

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