“La didáctica de la literatura no es una ciencia aplicada, sino una ciencia implicada con la vida de las palabras.”
(Mendoza, F. 2013)
Durante los días 1,2 y 3 de diciembre de 2023, se desarrolló en la extensión de Tumaco el seminario denominado “Didácticas de la literatura para el aula” coordinado por los profesores Mónica Vallejo de la Facultad de educación y Mario Eraso de la Facultad de ciencias humanas.
El propósito de este encuentro entre estudiantes de semestre VII de Lic. en Lengua Castellana y Literatura de Tumaco y estudiantes de VII semestre de Filosofía y Letras de Pasto se destinó a un compartir de estrategias didácticas que pueden contribuir al desarrollo de la competencia literaria de los estudiantes de Educación Básica y Media.
Durante el seminario, los estudiantes compartieron experiencias en el campo del fomento de la lectura crítica del texto literario, la creación literaria, las líneas de tiempo en la enseñanza de la literatura, la definición de un canon literario para formar lectores, el uso de las redes sociales para impulsar la lectura literaria, la estética en la escritura literaria, entre otros temas a destacar.
La actividad se constituye en una estrategia dinámica y participativa, en la cual los estudiantes de pregrado a través de la lectura de sus experiencias como maestros en formación, pueden proponer ejercicios más lúdicos que impulsen el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje de la literatura.
La didáctica de la literatura, según Mendoza Fillola, 2013[1] es concebido como un campo del conocimiento que tiene por objeto el complejo proceso de enseñar y aprender lengua y literatura. Tiene como finalidad mejorar las prácticas del lenguaje en el escenario de comunicación oral o escrita. Su objeto consiste en formar individuos comunicativamente competentes y lectores eficaces.
Es a partir de la lectura y escritura, como ejercicios intelectuales, como se recepciona y produce el mundo de lo literario. Por ello, se hace innegable que desarrollar una didáctica de la literatura supone una optimización, así como una conceptualización de estas habilidades comunicativas enmarcadas en lo literario.
La literatura y los textos literarios suelen ser uno de los recursos que más se emplean en las aulas en la enseñanza de la lectoescritura; la literatura en su abanico de posibilidades procura despertar el interés y la capacidad imaginativa de los estudiantes.
No obstante, el rol del docente de literatura, sigue cuestionándose, porque no logra el objetivo de formar lectores y escritores apasionados con el mundo de lo literario, sino que desde las aulas han generado un efecto contrario: apatía hacia la lectura y escritura. Es sobre los maestros en quienes recae el peso de estas actitudes negativas hacia la disciplina, por sus formas de enseñar a aprender la literatura, ya que penden de la obligatoriedad de lecturas mecánicas, semánticas, estructurales y no han despertado un placer por el texto a partir de los códigos culturales que ofrece la literatura. A pesar de existir una teoría soportada en el dialogismo y la inter textualidad para el diseño curricular de la disciplina, en las aulas predomina en ocasiones un enfoque pragmático de leer para escribir, un enfoque historiográfico: de recuento de autores, movimientos o escuelas, o un enfoque funcional: de leer para volver a decir, repetir, no comprender o interpretar; estos enfoques no podemos considerarlos totalmente negativos para la educación literaria, pero pueden mediarse con otras estrategias lúdicas en las cuales otros lenguajes no verbales o del ámbito de las redes sociales o internet enriquezcan esos procesos.
Por lo anterior, en el seminario de “Didácticas de la literatura para el aula”, se pudo concluir desde las ponencias presentadas por los estudiantes que la enseñanza de la literatura debe hacer posible que el aprendiz busque su propia voz, su propia expresión. Para que los educandos logren la capacidad de construir un discurso personal sobre las realidades socioculturales que los rodea como sujetos del lenguaje. Por ello, como lo considera Fillola, 2013, la didáctica de la literatura debe ser vista como una disciplina de intervención educativa, crítica y emancipadora.
La literatura debe concebirse desde su didáctica no solo como el dominio de un patrimonio histórico de obras, autores, sino dentro del marco de la competencia literaria, enfatizar en su relación con lo oral, lo escrito y la capacidad de interpretación textual.
En consecuencia, el papel del maestro es formar a los estudiantes para la comprensión de los textos en el proceso de lectura literaria, potenciar en ellos el conocimiento de interrelaciones y conexiones semánticas de lo que leen, generando así una nueva perspectiva didáctica centrada en la experimentación de la comunicación literaria, aprendizaje interpretativo de textos y finalmente la ejercitación de recursos retóricos mediante la escritura creativa y argumentada.
la literatura en su abanico de posibilidades, procura despertar el interés y la capacidad imaginativa de los estudiantes.
MÓNICA ESMERALDA VALLEJO A.
Catedrática Facultad de Educación
Licenciatura en Lengua Castellana y Literatura
Universidad de Nariño
[1] Mendoza, F. (2013). Didácticas de la lengua y la literatura. España: Anagrama.