Sin duda alguna el espectáculo más interesante que se puede disfrutar en un cielo despejado, es la presencia de un cometa. Observar un cometa es participar en la admiración de un cuerpo celeste, que también la tuvo la humanidad en tiempos muy lejanos, y que persistirá para los habitantes de nuestro planeta en el futuro. Para ciertas personas, la visita de los cometas es el símbolo de la cercanía de una catástrofe, y no faltarán mentes que asociarán el paso del Cometa C/2020 F3 (NEOWISE) con la llegada de la actual Pandemia. Pero para la Ciencia, un cometa es un cuerpo que puede dar indicaciones del origen del sistema solar y de nuestra procedencia

 

Un cronista español, en el siglo XVI, refiriéndose al relato de la prisión del Inca Atahualpa bajo Pizarro escribió: 

 

“Lo que fue el colmo de su desesperación fue que vinieron a decirle a Atahualpa que apareció en el cielo un gran cometa, negro y verdoso, del grosor de un hombre, aproximadamente, más largo que una pica y parecido, poco mas o menos, al que se había visto poco antes de la muerte de su padre Huayna Cápac. Después de haber visto y considerado bien aquella maligna constelación, Atahualpa se entristeció de tal modo que no quiso hablar ya más con nadie, ni divertirse del modo acostumbrado. Y le dijo a Francisco Pizarro: Estoy seguro que moriré pronto, saco el presagio cierto de este cometa…..”  

 

La muerte, por pura casualidad, le sobrevino quince días después de esta aparición.

 

Desde niño me fascinaron los cometas, y ellos con sus largas cabelleras han abrazado mis sueños. El primer cometa que observé claramente fue el Halley en 1986 en compañía de mis familiares y amigos. Mi Padre también lo miró y nunca más sus ojos cansados se posaron en otro. El cometa Hayakutake me preparó el ánimo, y pronto el Hale Bopp en Puerto Rico me brindó espectaculares sorpresas. Hoy está a muchos millones de kilómetros del sol, pero sus imágenes están en mi escritorio y en el cofre de mi corazón. Su alma es la mía.

 

 

 

 

Cuando estudiaba al Cometa Hale Bopp (1997-1998) en la Isla del Encanto, escribí en la arena del inmenso mar:

La brisa sopla queriendo extender más aún la cola del cometa que se refleja en el espejo del mar. Ojalá hubiese podido admirar mi Padre el último poema que el cometa escribió en el cielo, con pluma fluorescente confeccionada con innumerables luciérnagas recogidas en los surcos que un día el hombre sembró, o quizás mi Padre ya leyó el poema a través de mis ojos y de mis sentimientos….

 

En navidad del año 2004 en Pasto, pude mirar a simple vista con mi hijo Albertico, el cometa verduzco Machholz, y su imagen me transportó mágicamente a la época en que estudiaba en la Universidad de Puerto Rico el cometa Hale Bopp. Tuve un hermoso presagio y le comenté a Albertico que una época, con el color de la esperanza, se avecinaba!

 

En febrero del 2005 nuestros ojos se posaron en el cometa 9Tempel/1 y durante medio año disfrutamos de su juego cósmico, de sus imágenes, y establecimos con él una estrecha comunión noche tras noche. Fue así como participé en el Programa denominado “THE SMALL TELESCOPE SCIENCE PROGRAM” asociado al gran Proyecto de NASA “DEEP IMPACT”, enviando a los Científicos de NASA gran cantidad de fotos y datos capturados durante medio año desde el Observatorio Astronómico de la Universidad de Nariño. En julio el Cometa Tempel-1 abrió su corazón de pronto, y nos regaló ecuaciones armoniosas que estamos aún analizando.

 

Y regresando al presente, el Cometa denominado C/2020 F3 (NEOWISE) es muy interesante porque hace más de siete años no se observaba un cometa a simple vista. Este cometa sobrevivió al encuentro cercano con el sol; no sucumbió como el cometa ATLAS que al hacer un paso similar se desintegró. Los parámetros orbitales del NEOWISE indican que demora cerca de 6766 años en dar la vuelta al sol!.  Su excentricidad es muy cercana a uno, lo cual indica que este cuerpo celeste tiene una órbita elíptica muy alargada y proviene de zonas alejadas del sistema solar. En promedio en julio ha estado a un poco más de 100 millones de kilómetros de la Tierra.

 

La mayoría de los cometas que sobreviven al paso del sol, se destacan porque su brillantez aumenta considerablemente, y se pueden observar a simple vista. Eso ocurrió para regiones de Estados Unidos, Europa y ciudades de gran latitud, en donde el espectáculo ofrecido por el Cometa fue extraordinario!

 

Desafortunadamente en Colombia, debido a la latitud de las ciudades, el cometa no se observó sino a partir del 19 de julio, porque la altura de este cuerpo respecto al horizonte era muy pequeña tanto al amanecer como al anochecer. Desde el 19 de julio hasta el 25 se lo miró a simple vista en el anochecer por el punto geográfico nor-occidental aproximadamente de la ciudad de Pasto.  Con el transcurso de los días se miró cada vez a mayor altura, lo cual era mucho mejor para la observación, pero el brillo desafortunadamente empezó a disminuir con el paso de los días, porque el cometa se estaba alejando del sol.  Llegó la fecha en que ya no se miró a simple vista y fue necesario utilizar binoculares, y en fechas muy recientes los binoculares no ayudan mucho y es necesario el empleo de pequeños telescopios.

 

El trabajo en Astrofísica no es únicamente tomar fotografías. Ese es el primer paso en un proceso largo de investigación. Hay que tomar gran cantidad de datos: fotométricos (estudio de la variación de la brillantez), astrométricos (medición de las coordenadas del cometa) y de espectrometría (análisis de la composición del cometa), con el fin de obtener resultados interesantes acerca de la naturaleza de estos fascinantes cuerpos.

 

Los cometas tienen tres partes fundamentales: El núcleo, la coma y las colas. Este cometa tiene un núcleo bastante grande, como lo tuvieron el Halley y el cometa Hale-Bopp.  Pero sus dimensiones están en el orden de decenas de kilómetros.  Los núcleos de los cometas son muy pequeños, imposibles de observar sin las facilidades que proporcionan las sondas espaciales. La coma, que es una especie de atmósfera cometaria, llega a tener cientos de miles de kilómetros. Lo que se observa desde la Tierra a simple vista es la coma y las colas. Es imposible visualizar desde la Tierra el núcleo. La Coma del NEOWISE es de color azul-verduzco debido a la presencia del gas Cianógeno (CN) que fluoresce con luz de ese color al interactuar la radiación solar con la Coma cometaria. Los cometas Halley y Machholz también tuvieron Cianógeno en su Coma. También se han observado en este cometa, como es normal, dos colas:  una amarillenta y curvada que corresponde a la cola de polvo, y otra de color violeta más corta y rectilínea formada por partículas eléctricas, denominada cola iónica.  Las colas miden millones de kilómetros!  La cola iónica es importante porque es como una especie de “veleta” que indica la dirección del viento solar.

 

A pesar que el 19 de julio estuvo muy nublado en Pasto, a través de una pequeña “ventana” en el cielo, pude capturar desde mi casa algunas imágenes del Cometa NEOWISE y el 21 de julio las imágenes obtenidas fueron espectaculares! Tengo fotografías, videos y datos capturados durante muchas noches, inicialmente con una cámara profesional y actualmente con un pequeño telescopio. Si las condiciones atmosféricas del cielo me acompañan, es posible seguir observando al Cometa NEOWISE durante varios días mediante telescopio. Su ubicación ya debe realizarse con coordenadas ecuatoriales precisas, porque el cometa es invisible en estos momentos a simple vista.

 

Desde la ciudad de Pasto, aún no nos despedimos del NEOWISE!!

 

Desde niño me fascinaron los cometas, y ellos con sus largas cabelleras han abrazado mis sueños.

 

Nota: Pueden mirar las fotos y animaciones en su totalidad, en el siguiente enlace:

Observatorio Astronómico Universidad de Nariño – Cometa NEOWISE

 

 

Alberto Quijano Vodniza

Director Observatorio Astronómico Universidad de Nariño

 

 

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