Según esta frase del filósofo Aristóteles (cómo se citó en Prevosti Monclús, 2011, p.45) “el hombre es por naturaleza un animal social” nos reafirma como individuos sociales a través de todo el ciclo vital con interacción permanente con otros para sobrevivir. Las medidas de contención contra el virus SARS-CoV-2 definidas por la OMS (2020) incluyen el distanciamiento social, el uso permanente de mascarilla y una adecuada y estricta higiene de manos, pero la recomendación más enfática es mantenerse en casa debido a que el riesgo de contagio más alto está en aquellos lugares donde hay presencia de un número de personas reunidas en actividades sociales y de esparcimiento, lo cual significa que las restricciones para la interacción social y hasta familiar son una de las medidas más exigentes y en algunos casos contraproducentes para la salud mental de las personas.

 

En este orden de ideas, el estar expuesto al aislamiento social, junto con la modificación de rutinas (Hernández Vergel et al., 2021), la exposición constante a situaciones estresantes, la percepción de incertidumbre y falta de control que las mismas generan (Ramírez-Ortiz et al., 2020); favorecen la presencia de síntomas de insomnio, ansiedad, depresión, trastorno por estrés postraumático, trastornos de adaptación y deterioro en el funcionamiento social u ocupacional (Huremovic, cómo se citó en Ramírez-Ortiz et al., 2020) evidenciado en la mayor prevalencia de patrones de conducta sedentaria, cambio en la alimentación, disminución de la motivación y alteración de las habilidades sociales (Rico-Gallegos et al., 2020).

 

Evidentemente la crisis sanitaria actual ha contribuido significativamente en la afectación del equilibrio ocupacional de las personas que según Wagman y Håkansson (2020) se define como la percepción o experiencia subjetiva que tiene el propio individuo acerca de la cantidad adecuada de ocupaciones, la correcta variación entre las mismas y la satisfacción con el tiempo dedicado; generando un desajuste en áreas como el autocuidado, el descanso y el sueño, el ocio y tiempo libre y la participación social.  Por tal motivo, es importante tener en consideración algunas recomendaciones como evitar el uso constante de dispositivos electrónicos y el consumo de sustancias psicoactivas; mantener rutinas de aseo, cuidado personal, alimentación y descanso en horarios habituales (Ramírez-Ortiz et al., 2020), hacer uso del juego, la interacción familiar, la realización de actividad física y práctica de actividades de ocio; también es recomendable hacer revisión periódica de compromisos escolares y/o laborales, y acciones que fomenten la participación social como el uso prudente y controlado de TICS y redes sociales como formas alternativas de interacción social y familiar (Hospital San Rafael de Pasto, 2020).

 

En definitiva, las medidas de contención de la pandemia han generado alteración en diversas esferas individuales y sociales, desencadenando como consecuencia afectación en la salud de las personas; en este orden de ideas se evidencia la necesidad de realizar actividades que favorezcan el equilibrio ocupacional, promoviendo el mantenimiento de vínculos afectivos y la reducción de estrés y ansiedad.

 

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Se evidencia la necesidad de realizar actividades que favorezcan el equilibrio ocupacional. Composición gráfica: Leydy Moreno

 

 

Diana Camila Ordoñez Hoyos

Mayelly Tibaduiza Garcia

Maestrantes en Promoción y Prevención en Salud Mental Universidad de Nariño

 

 


 

 

Referencias

Hernández Vergel, V. K., Prada Núñez, R., y Hernández Suárez, C. A. (2021). Afectaciones ocupacionales y emocionales derivadas del aislamiento social en tiempos del covid-19. un estudio de casos. Revista Boletín Redipe, 10 (2), 295-311. https://revista.redipe.org/index.php/1/article/view/1214/1120

Hospital San Rafael de Pasto. (16 de abril de 2020). Mantenimiento del equilibrio ocupacional. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wKDBJ_SFc1w

Organización mundial de la salud. (7 de octubre de 2020). Brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19): orientaciones para el público. Recuperado el 23 de febrero de 2020. Orientaciones para el público (who.int)

Prevosti Monclús, A. (2011). La naturaleza humana en Aristóteles. Espíritu LX, 141, 35-50.

Ramírez-Ortiz, J.,  Castro-Quintero, D.,  Lerma-Córdoba, C., Yela-Ceballos., y Escobar-Córdoba, F. (2020). Consecuencias de la pandemia Covid 19 en la salud mental asociadas al aislamiento social. https://preprints.scielo.org/index.php/scielo/preprint/view/303

Rico-Gallegos, C.G., Vargas Esparza, G., Poblete-Valderrama, F., Carrillo-Sánchez, J. L., Rico-Gallegos, J., Mena-Quintana, B., Chaparro-Baeza, D., y Reséndiz-Hernández, J. M. (2020).  Hábitos de actividad física y estado de salud durante la pandemia por COVID-19. Revista espacios, 41 (42), 1-10. https://www.revistaespacios.com/a20v41n42/a20v41n42p01.pdf

Wagman, P., y Håkansson, C. (2020). Equilibrio ocupacional desde la perspectiva interpersonal: Una revisión de alcance. Journal of Occupational Science, 1-9. https://doi.org/10.1080/14427591.2020.1820662

 

 

 

 

 

 

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