Intervención del egresado Esteban Delgado Cadena durante la ceremonia de asignación de proyectos de práctica profesional a estudiantes del programa de Psicología Periodo A- 2020 Universidad de Nariño

 

Espero que mi intervención no sea comprendida desde la desesperanza o el pesimismo, por el contario, quienes a bien vean prudente, espero que asuman estas palabras desde la necesidad de evaluarnos constantemente y desde la posibilidad que estas, aunque vayan dirigidas a otros, me permitan a título personal representar un comienzo y un final de un ciclo agotado en mi vida.

 

Al empezar a escribir estas palabras, me pregunté, insistentemente hacía quien las quería dirigir y cuál era el propósito. Considere entonces que mis compañeros y compañeras de semestre, quienes han egresado de su práctica profesional deberían ser los primeros destinatarios, para posteriormente dar paso a referirme a quienes hoy se han congregado en este recinto para recibir, simbólicamente, lo que para muchos es motivo de alegría o expectativas, y que en la normativa institucional le llaman práctica profesional, que a mi juicio le denominaré transformación personal.

 

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Ceremonia de asignación de proyectos de práctica profesional a estudiantes del programa de Psicología Periodo A- 2020 Universidad de Nariño

 

Empezaré entonces a referirme a quienes durante un año, en ese efímero 2019, asumieron un nuevo rol en su vida, a ellas y ellos les quiero expresar mi más sincero reconocimiento y desde una actitud bastante empática, exaltarles por haber recorrido un camino que seguramente, en términos emocionales, les permitió transitar corriendo por la alegría, en cuclillas por la rabia y a pasos lentos por la tristeza. A Ustedes que con ilusión llegaron a diferentes lugares encomendados a cumplir una misión que administrativamente, podría considerarse un indicador más, se les abona por haber comprendido la práctica como un escenario dialógico, subjetivo, de pactos y vínculos, abanderando la premisa de entender la interacción social como una responsabilidad que sobrepasa los intereses académicos y alcanza el plano más humano de nosotros y nuestros congéneres. Es por ello que me atreveré a generalizar y considerar que este transitar nos permitió ser felices al compartir tiempo y conocimiento, nos generó orgullo por la transformación en nuestro relacionamiento, posiblemente propicio rabia y/o frustración por no haber podido ir más allá o responder a las necesidades latentes, y nostalgia al saber que esto llegaría a su fin. En conclusión, considero que grande es el mérito que hicimos al permitir que nuestros fracasos no hayan sido errores porque en todo un año, jamás, dejamos de intentarlo.

 

Que la vida, Dios, Skiner, Rogers o Freud les guíen por el camino que Ustedes merecen, permitiéndoles siempre ponerse al servicio de la comunidad, encauzándose en retos constantes para mejorar la calidad de vida de sus más cercanos, bien sea por iniciativa propia o reforzados por un salario.

 

Ahora bien, a Ustedes, quienes con gran expectativa se han convocado en este lugar y que en contados minutos, en un ritual de pasaje, con bastante carga simbólica y públicamente, comenzarán su transición y quedarán investidos con las facultades para actuar como estudiantes en práctica, me permito darles la bienvenida a este nuevo reto profesional y personal. Esto demandará de Ustedes actitudes y aptitudes a la altura del rol que ostenten, sin embargo, habrán demandas, cuya respuesta en muchas ocasiones no las podrán encontrar en un libro o posiblemente no fueron enseñadas en pre-practica o en algún taller de desarrollo personal, porque su solución estará supeditada a la experiencia con la realidad humana, esa que solo se conoce a través de la interacción diaria, constante y autentica con nosotros mismos, con nuestros compañeros, docentes y comunidad.

 

Dicha experiencia con la realidad humana, en algunos momentos les obligará a actuar con lo políticamente correcto, porque somos parte del sistema, refería un desesperanzado sujeto, en otras ocasiones les motivará a cultivar un espíritu crítico, que privilegie la propuesta ante la sola protesta y también generará espacios propicios para develar situaciones, que al no estar en nuestra realidad inmediata, las desconocemos o aun peor las normalizamos o invisibilizamos. Que el afán por el mérito académico no les distraiga de lo que realmente debe ocuparles en términos de lealtad hacia Ustedes mismos, principalmente con su bien-estar, con su familia, amigos y relaciones que les permiten cotidianamente trasformarse y apoyarse de forma mutua.

 

En el mundo de hoy se habla bastante de generar espacios físicos y sociales agradables, esos que funden y mantengan las condiciones de bienestar, porque esta palabra no puede quedarse en textos o pretender administrarla desde los escritorios. De allí, que uno de sus retos principales es generar las condiciones para ustedes mismos y para los demás, que les inviten a la reflexión constante alrededor de que se puede transformar en cada uno para hacer que nuestra existencia, su existencia, impacte favorablemente, dejando una huella virtuosa, honesta , solidaria y sensible. En pocas palabras que se permita que la relación autentica sea la que cure.

 

Posiblemente durante su práctica habrá situaciones que no tengan explicación aparente o inmediata, no se afanen en buscarla, disfruten el momento y permítanse sentirse novatos, porque esto será el impulso para continuar su tránsito. Obviamente el sentirse novatos, implicará también que acepten que pueden equivocarse, que pueden perder el control de las situaciones o no saber sobre determinado tema, Ustedes, mencionó en uno de sus discursos Alejandro Gaviria (Ex ministro de Salud y actual rector de la Universidad de los Andes) no tienen que hacerlo todo, no tienen que serlo todo o por lo menos no todo al mismo tiempo como se nos ha enseñado. En definitiva, en un mundo convulsionado y con diferentes exigencias también está bien no estar bien.

 

Que la camaradería haga parte de su diario vivir, que su equipo de práctica se robustezca en confianza para permitir hablar sobre lo que necesita mejoras o sobre situaciones que vayan en contra de su bien-estar, propicien disensos responsables y, por experiencia propia, eviten fijarse mucho en la cima para no perderse de todo el recorrido.

 

Estoy seguro que dentro de un tiempo estarán nuevamente en este auditorio, con otro propósito, con ese por el cual mis compañeras y compañeros están el día de hoy, para ellos, y para mí, la práctica ya se recoge en la caja de los recuerdos y para ustedes, quienes comienzan, esa práctica se alimenta de ilusiones. Mi papel el día de hoy no gira en torno a decirles que esto pasara o enseñarles a vivir la práctica por adelantado, o tal vez si, sin embargo, quiero exhortarles, de forma metafórica, para que corran y corran lo más lejos de la universidad, así su práctica sea dentro de ella, y lleguen a sus sitios de practica con el firme propósito, por lo menos una vez, de vivenciar, sentir, oler y si es posible saborear todas y cada una de las situaciones que se les presente.

 

Dedíquense a experimentar el poder de la palabra, sean, o por lo menos intenten ser amables, sientan el aroma de la mañana y el cansancio de la noche, déjense sorprender todos los días por el mundo y las personas que les rodean.

 

Al no ser el protagonista de este evento, porque obviamente lo serán Ustedes, los de noveno para abreviar, deseo terminar mi intervención trayendo las palabras de Ignacio Martin Baro quien nos menciona que “El saber psicológico debe ponerse al servicio de una sociedad donde el bienestar de los menos no se asiente sobre el malestar de los más, donde la realización de los unos no requiera la negación de los otros, donde el interés de los pocos no exija la deshumanización”.

 

Muchas gracias.

 

 

Esteban Delgado Cadena 

Egresado del Programa de Psicología – Universidad de Nariño 

 

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