-UN DÍA PARA CAVILAR-

 

_En referencia al Día del Maestro_

 

 

Quienes han dedicado sus mejores momentos de la vida para contribuir con el desarrollo de las capacidades mentales de los niños y jóvenes en las aulas de clase, en los espacios de descanso, de recreo, de socialización, de compartimiento y de solidaridad, se puede afirmar, categóricamente que son los maestros;  pero quienes solamente asisten al trabajo por cumplir con una labor informativa, correctiva, desdeñosa, con el único fin de devengar un sueldo, no son maestros, están de maestros.

 

Los primeros, dan muestras de autonomía en lo tocante al conocimiento, a la educación, a la metodología, a la visión del universo, a la ecología y a los Derechos Humanos; pues sí, éstos reflexionan, aportan, crean, escriben artículos atinentes, publican y producen textos que desarrollan sus cursos, investigan y generan ciencia; para éstos, la educación es el alimento intelectual del pueblo. La vía expedita para llegar al éxito, la manera adecuada para saber elegir sus gobernantes y entender sus programas de desarrollo económico-social, dentro de políticas equitativas; para éstos, el universo cobija y abraza a las diferentes razas humanas. Etnias, especies animales, complementarias de la especie humana, especies vegetales, que dan vida y salud, en fin, tienen una visión totalizante y no excluyente; cuidan las palabras para no herir a sus contertulios, son sobrios en sus gastos y rechazan el boato, el maniqueísmo y el egoísmo. Obviamente que defienden la “pacha mama”, porque solamente los empresarios de la deforestación, del despojo y el desplazamiento atentan contra ella, y contra ellos mismos, pero no se dan cuenta, viven enceguecidos por acumular poder económico, pisoteando a quienes se les atraviese en el camino; son especímenes siniestros que no entienden de Derechos Humanos.

 

Solamente quienes son maestros autónomos sabrán guiar a las juventudes por las sendas del saber y entender lo que el pueblo necesita para librarse de la opresión de la heteronomía que carcome el cerebro por su falta de criterio y porque está sometido a un poder ajeno que no le permite evaluar los principios fundamentales para logra una vida digna, donde la justicia y la equidad tuvieran cabida.

 

Quienes están de maestros, son consecuentemente heterónomos porque se apegan a los textos, sin una mínima reflexión y los vierten a sus alumnos, sin una mínima posibilidad de opinión, son los maestros que entregan información “al pie de la letra”; son aquellos que suponen que el conocimiento es un mero estado y, ni siquiera saben que se trata de un proceso, que la ciencia está en permanente evolución; pero cada momento debe revaluarse para poder continuar con el siguiente momento, sin dejar vacíos y cuidando que sus principios mantengan coherencia y ninguna contradicción.

 

Pues, estos creen que la ciencia tan solamente debe importarse, y no abren la posibilidad para crear conocimiento nuevo; y esto es lo que se llama Innovar . ¿y ustedes saben por qué no innovan? Porque el estatus quo, para ellos es una zona de “confort”.

 

 

MARCO FREDDY SOLARTE

 

Docente Titular Pensionado

Universidad de Nariño

 

 

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