Para aquel momento (1962 _ 63) las Guías Didácticas, divulgadas, por medio de cursos a los maestros de Escuela Primaria, causaron distintas reacciones en el Gremio; pues en algunos sectores, los Educadores que habían desarrollado sus clases con los métodos y procedimientos tradicionales, las miraban con cierta desconfianza y pesimismo en cuanto a las capacidades de aprendizaje de sus alumnos; y, con mayor razón si éstos eran del sector rural; también encontraban dificultades debido a la consecución de auxiliares o materiales de clase.

 

Se veía complicado, pero no imposible; con algo de voluntad de parte y parte, se podía superar los planteamientos teóricos; a veces mal explicados por los Promotores enviados por el Ministerio de Educación; de todos modos, impusieron, tales mensajeros, que se organizara el total de maestros, en grupos de cinco individuos, para exponer, en la praxis, los diferentes temas del Plan de Estudios.

 

Y aquí fue donde “saltó la liebre”, porque lo novedoso del Proyecto estaba en los conceptos de Integración y Correlación; la primera refería a las materias y la segunda a los temas; donde el centro de interés estaba en las Ciencias Sociales y, por ende, el concepto de clase aislado, desaparecía; esta exigencia sacó de casillas a maestros y maestras que decían que eso era imposible, que era un ardid del Ministerio de Educación para obligarles a renunciar y que dejaran libres las plazas para nombrar maestros más jóvenes, más actualizados, más “pilosos”; por tanto se volvió una pugna generacional, que según comentaban, en algunas ciudades dizque quemaron las famosas Guías; pero esto, no podría atestiguar, porque sólo me enteré por medio del “correo de Brujas”.

 

Ah, lo malo del cuento es que perdí tal mamotreto, después de haberlo guardado por mucho tiempo; personalmente me interesé por la propuesta, suponía que en un futuro podría tener cabida en el nivel conceptual y pragmático; pero tal acontecimiento no llegó por el azar, sino que tuve la oportunidad de hacer tales cursos y prácticas en el último curso, que había estado reservado para los colegios de monjas; en los cuales, los Promotores del Ministerio de Educación se esmeraban en las explicaciones metodológicas, con abundantes ejemplos; tal fue el caso que yo, tuve la oportunidad de integrar el grupo con cuatro monjas que sí habían entendido la temática y, sobre todo, tenían entusiasmo; de tal manera que no tuvimos dificultades en la explicación referente a los conceptos de la correlación de temas y la Integración de materias; los resultados fueron sobresalientes; al día siguiente, los Promotores de las Guías Didácticas del Ministerio de Educación, regresaron a la Capital.

 

Este artículo viene al caso porque, en algunos Establecimientos Educativos, de otros Departamentos se han implementado Programas de Estudios, tomando como Centro de Interés las Artes, la Cultura, la Danza, la Comunicación Oral, la Escritura, la Historiografía, la Ecología, la Música, el Teatro.

 

Pues, estas nuevas propuestas pedagógicas, las encuentro muy parecidas a las teorías y prácticas socioculturales explicadas en las Guías Didácticas de Ministerio de Educación, de aquella época. Puesto que no puedo asegurar que esta exposición cumpla con los requisitos necesarios para tomársela “al pie de la letra”; pues, tan sólo está, fundamentada en mi experiencia particular.

 

Sin embargo, la Implicatura, tal como la llamaba el Profesor Adolfo León Gómez, conlleva a realizar, en primera instancia, una resignificación de la Propuesta, por parte de los docentes; en segundo lugar, la necesidad de adecuar los espacios escolares, con base en los nuevos conceptos de clases, alrededor de la Correlación de Temas; y, además, construir nuevos espacios para realizar las prácticas formativas, antes mencionadas; al tiempo que se eliminarían las prácticas informativas o repetitivas.

 

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