Jóvenes universitarios comprometidos con la construcción de paz, parten desde las diferentes regiones del país hacia los territorios más golpeados por el conflicto

 

 

“¿Qué puedes hacer como futuro Zootecnista para ayudar en la implementación de los acuerdos de paz?” fue la pregunta que le hicieron a mi compañero Yeison, estudiante del Programa de Zootecnia de nuestra Universidad, durante la etapa final de selección para escoger a los pasantes del Programa “Manos a la Paz” período 2017-1.

 

Junto con Yeison, fuimos parte de los 6 estudiantes de nuestra Alma Máter que zampamos cuy, alistamos media de aguardiente, hicimos maletas y partimos durante 4 meses hacia lugares remotos que desconocíamos –al igual que el Estado, quien los daba por inexistentes hasta hace poco- para trabajar en diferentes proyectos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), enfocados en la Estrategia de Respuesta Rápida para la Implementación de los Acuerdos de Paz.

 

Una media noche común y corriente en la que te encuentras sentado frente al computador. Estás en Facebook y tu dedo índice, sudoroso, no deja de hacer el mismo movimiento descendente mientras palpa la rueda del ratón. Con los ojos apesadumbrados, molestias en la parte baja de la espalda y la nostalgia de estar cursando los últimos semestres de la carrera mientras reflexionas acerca del futuro incierto; inesperadamente aparece una noticia más del montón, un tanto llamativa y seductora: ¿Eres estudiante y quieres contribuir en la construcción de una Colombia más equitativa? ¡Postúlate al programa Manos a la Paz!

 

El toparme con esa noticia, ingresar mis datos para “probar suerte”, recibir un correo electrónico meses después confirmando mi aceptación en el programa y el vivir la experiencia, ha sido algo que me cambió la vida. Si lo tuyo es la labor humanitaria y quieres ser partícipe de la construcción de paz en las regiones que han sido más azotadas por el conflicto social y armado que ha vivido nuestro país, para poner tu parte en saldar la deuda histórica que tenemos los colombianos con las víctimas, esta es la oportunidad ideal para ti. Las inscripciones para la convocatoria 2017-II están abiertas hasta el 30 de abril, ingresa a la siguiente página web https://www.manosalapaz.com/.

 

 

El proceso de selección no es complejo, se trata de estar atento al correo electrónico y cumplir con las actividades establecidas. En mi caso, después de postularme y con el visto bueno de la Universidad, tuve que presentar una prueba psicotécnica. Posteriormente vino la etapa final que consistió en dos días de entrevistas presenciales y talleres de formación, en donde no faltaron las sorpresas, ni los comentarios desalentadores por parte de los encargados, quienes tratan de pintarte la peor situación posible para que desistas del programa: “Recuerden que pueden ser asignados en lugares donde la temperatura promedio supera los 30° centígrados y ustedes son de clima frío”, “Un chico tuvo que ser retirado de su municipio asignado durante la anterior convocatoria porque llegó a realizar talleres de paz y tuvo un altercado con el alcalde, que le impidió continuar los talleres, puesto que era de ideología uribista”. Después de un tiempo, te informan vía correo electrónico si eres uno de los 300 pasantes seleccionados y te cuestionan si aceptas definitivamente el reto, conociendo con anticipación el municipio al cual has sido asignado.

 

Vas al aeropuerto, te enteras quienes son los otros compañeros de tu departamento que han sido seleccionados, intercambias palabras y expectativas con ellos. Te reúnes en Bogotá con los otros 299 estudiantes que harán la pasantía, recibes talleres de formación, te enteras quién es la persona con quién vas a convivir durante los 4 meses, viajas a la capital del departamento donde se encuentra el municipio en el cual realizarás tu trabajo, más talleres de formación… Una vez transcurrido todo ese procedimiento, pude desplazarme hacia San Francisco, en el oriente antioqueño, y me sentí útil aplicando los conocimientos adquiridos en la Universidad, la cual ha estado comprometida con el tema de la paz, e inicié la travesía que me dejó montones de experiencia y la satisfacción de haber contribuido, aunque de manera mínima, en la construcción de un mejor país.

 

Me sentí útil aplicando los conocimientos adquiridos en la Universidad, la cual ha estado comprometida con el tema de la paz

 

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