Mujeres Nariñenses por la Paz y el Grupo Multidisciplinario de Investigación Social – GRUMIS de la Universidad de Nariño, desarrollan actividades conjuntas con el objetivo de aportar a tejer paz y reconciliación en el departamento de Nariño, en especial en las regiones que han sido más afectadas por el conflicto armado. En cumplimiento de dicho objetivo se desarrolló el Foro “Mujer, derechos, construcción social y lucha social” y el intercambio de saberes sobre las luchas y el rol de las mujeres en los diferentes escenarios.

 

El foro tuvo lugar en la Universidad de Nariño, como invitadas participaron dos reconocidas activistas y sindicalistas: María Eugenia Londoño y Gloria Inés Ramírez, ellas destacan entre otros elementos la importancia de la actual coyuntura social y política por la que atraviesa el país con los Acuerdos de Paz entre el gobierno y los grupos insurgentes.

 

Importancia que se materializa en los procesos de transformación social que se avecinan para los territorios, en especial para el departamento de Nariño, uno de los más afectados por el conflicto armado en los últimos años. De la misma manera, destacan la trascendencia de la participación de las mujeres y de la academia tanto en los procesos de negociación como en los de implementación de los acuerdos.

 

Sin lugar a dudas, uno de los avances novedosos de los Acuerdos con las FARC- EP, es la inclusión del enfoque de género en cada uno de los seis acuerdos firmados, objetivo que se logró gracias a la movilización de organizaciones sociales, principalmente de mujeres y de población LGBTI y a la participación activa de un grupo de 18 mujeres en las mesas de negociación. Este hecho garantiza el reconocimiento de las mujeres como la población más afectada y vulnerable frente al conflicto, y es una muestra más de que la mujere siempre hace parte de la lucha contra la explotación y la subordinación, exigiendo el derecho de autonomía, de libertad e igualdad ante los hombres en una sociedad patriarcal, capitalista y neoliberal.

 

Entre las reflexiones finales planteadas por las ponentes están:

La participación de las mujeres refuerza los procesos democráticos en el país; las mujeres tienen un papel relevante en los procesos de resolución de conflictos y reconstrucción de tejido social; es prioritario impulsar procesos de reformas legislativas para garantizar la participación equitativa de las mujeres en la política, que acompañados desde la academia fortalecen caminos hacia a la reconciliación.

 

Por otra parte, el intercambio de saberes sobre las luchas y el rol de las mujeres en los diferentes escenarios, se desarrolló en la Zona Veredal Transitoria de Normalización – ZVTN, en la Vereda La Playa, Corregimiento de Llorente en el Municipio de Tumaco, con el fin de generar un escenario de encuentro e integración entre mujeres en proceso de desmovilización, mujeres campesinas de la zona y mujeres de la ciudad de Pasto.

 

En este escenario lúdico pedagógico se reunieron cerca de 60 mujeres, quienes compartieron desde las diferentes experiencias, visiones sobre su rol en los contextos social, político, económico, cultural y académico en su condición de campesinas, guerrilleras, amas de casa, profesionales y académicas, entre otras.

 

Entre las principales reflexiones planteadas está la histórica movilización y lucha de las mujeres que gesta y promueve ambientes de paz y reconciliación, elementos de trascendencia en procesos de transformación social que requieren del fortalecimiento de la democracia, la defensa y protección de los derechos humanos y la exigencia de la justicia social.

 

Las mujeres farianas resaltan la importancia de la unidad y la organización de la mujer para lograr mayor impacto en los territorios, en este mismo sentido destacan lo fundamental que es la unidad entre hombres y mujeres para acompañar un nuevo proyecto político que conlleve a la reivindicación de los derechos en todos los campos.

 

Para la mujer campesina, es vital la salida negociada al conflicto armado, el cual ha causado muchas víctimas y ha generado estigmatización y señalamiento a las comunidades campesinas, enfrentándolas a una situación de mayor vulnerabilidad. Las mujeres de comunidades campesinas hacen el llamado al trabajo conjunto entre ellas, como demostración de su capacidad y fortaleza no solamente como madres y amas de casa, sino también como lideresas y generadoras de procesos de transformación social.

 

Estas pequeñas acciones son muestra de que es posible dialogar y trabajar en medio de la diferencia, que desde las diferentes experiencias de vida y desde estos escenarios de encuentro se puede avanzar tejiendo paz y reconciliación.

 

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