Ensayo elaborado en el marco de la Maestría en Promoción y Prevención en Salud Mental.

 

Cuidar de las personas, es una de las misiones y vocaciones a las que responden diariamente los profesionales de la salud, entre ellos, las y los psicólogos que se dedican a la labor asistencial, haciendo énfasis en que actualmente la psicología ha tomado un papel valioso durante y después de la pandemia COVID-19 (Arias & Perez, 2020); la evidencia científica, demuestra una alta carga laboral y emocional en las y los profesionales de psicología, que podrían desencadenar posibles consecuencias adversas no solo para su salud física, sino también para su salud mental, entre las más comunes se encuentran: el síndrome de burnout o desgaste por empatía (Maslash, Schaufeli & Leiter, 2001), sintomatología ansiosa (Cazabat, 2002) y depresiva (Barrera & Guerra, 2007), aumento en el consumo de alcohol (Beatón & Murphy, 1995) y el estrés traumático secundario (Figley, 2002). Identificadas las posibles problemáticas que pueden presentarse, es imprescindible hacerse la siguiente pregunta: ¿Quién cuida de las y los psicólogos?, dentro de las entidades de salud deben existir programas de bienestar laboral, regidos por la ley 1616 del 2013, que incluye la atención Integral e Integrada en Salud Mental en el ámbito del Sistema General de Seguridad Social en Salud, sin embargo, no se podrían contemplar como la respuesta definitiva.

 

Así las cosas, continuando con la búsqueda al interrogante, surge como respuesta el autocuidado, el cual se define, según la Organización Mundial de la Salud (1986), dentro del concepto de promoción de la salud, en la primera conferencia internacional sobre promoción de la salud en ottawa en 1986, señalando a la salud como un recurso para la vida, y que esta se crea cuidando de sí misma y de otros en la medida que se tiene la capacidad para tomar decisiones, controlar las circunstancias y el entorno que afecten la vida y la salud de las personas. En este caso, aplicado a la labor del psicólogo clínico, se considera al autocuidado como el conjunto de competencias del terapeuta para promover su salud y su calidad de vida de al detectar, enfrentar y resolver situaciones que generen desgaste laboral (Durruty, 2005). Puesto que muy posiblemente el concepto de autocuidado y estilos de vida saludable no es ajeno a los conocimientos de los profesionales de la salud mental, este ensayo termina con una cordial invitación para los colegas: ¡Dar comienzo!, a diario se les orienta a los usuarios: “Desayune, almuerce y cene con comida saludable, a las horas indicadas; Haga ejercicio, dúchese, arregle su cuarto; Disfrute de su familia, pareja y amigos; Recuerde leer y practicar las actividades preferidas.” Ahora bien, sería muy valioso preguntarse y reflexionar si lo sugerido se está poniendo en práctica por quien lo sugiere, pregúntese: ¿Estoy comiendo de manera saludable? ¿Invierto tiempo en actividad física? ¿Dedico tiempo de calidad a mis seres queridos? ¿Práctico mis hobbies? Las respuestas pueden variar, pero lo realmente importante es tomar papel activo en el cuidado de la salud, reconocer la importancia de cuidarnos para cuidar.

 

Ps. Sofía Marcela Hernández

Maestrante en Promoción y Prevención en Salud Mental

Universidad de Nariño

 

 

Mg. Ps. Álvaro Dorado Martinez – Docente Orientador
Docente – Investigador, Programa de Psicología 

Universidad de Nariño

 


 

Referencias

 

Arias, N. M., & Pérez, S. M. (2020). Impacto psicológico del Covid-19 y el papel de la telepsicología: una reflexión de la psicología en el ámbito social y organizacional. CONOCIMIENTO, INVESTIGACIÓN Y EDUCACIÓN CIE, 1(9), 57-70.

 

Barrera, P. & Guerra, C. (2007). Creencias de profesionales que atienden a Víctimas de Abuso Sexual Infantil respecto de la influencia del Proceso Legal en su Desgaste y Satisfacción Laboral. En: Corporación de Asistencia Judicial (Ed.). Atención a Víctimas de Delitos Violentos: Reflexiones desde la Práctica, 177-192. Viña del Mar, Chile: Ril Editores.

 

Beatón, R. D. & Murphy, S. A. (1995). Working with people in crisis: Research implications. En: Ch. Figley (Ed.). Compassion fatigue: Coping with secondary traumatic stress disorder in those who treat the traumatized, 51-81. New York: Brunner/Mazel Publishers.

 

Cazabat, E. (2002). Desgaste por empatia. Extraído el 14 de Diciembre de 2022 desde http://www.interpsiquis.com/2002/areas/at8.

 

Congreso de Colombia. (2013). Ley 1616 de 2013 Por medio de la cual se expide la Ley de Salud Mental y se dictan otras disposiciones. Bogotá. D.C.: Congreso de Colombia.

 

Durruty, P (2005). Ejes de autocuidado para el terapeuta orientado a la prevención del síndrome de burnout desde la perspectiva de la asertividad generativa. Universidad de Chile, Santiago, Chile

 

Figley, Ch. R. (2002). Treating compassion fatigue. New York: Brunner-Routledge.

 

Maslach, C, Schaufeli, W. & Leiter, M. (2001). Job Burnout. Annual Review of   Psychology, 52, 397 – 422.

 

Organización Mundial de la Salud.(1986). Carta de Ottawa para la promoción de la    salud. Ottawa.

 

Yorde, E. (2014). Cómo lograr una vida saludable. Anales Venezolanos de Nutrición, 27(1), 129-142. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522014000100018&lng=es&tlng=es

 

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