Ensayo elaborado en el marco de la Maestría en Promoción y Prevención en Salud Mental.

 

Dentro del quehacer como profesionales de la salud mental es de vital importancia hacer partícipes y protagonistas a las personas en el fortalecimiento, atención e intervención de su propia salud, brindando las herramientas necesarias para contribuir a este propósito. De esta manera, es pertinente tener en cuenta que a lo largo de los años la búsqueda del bienestar y la felicidad de los seres humanos se ha centrado en las aspiraciones subjetivas, tanto individuales como colectivas, sin reconocer los mecanismos cerebrales involucrados en el proceso de satisfacción, es así como se hace necesario resaltar la existencia del sistema límbico y extrapiramidal, los cuales segregan las hormonas relacionadas con la regulación de emociones y las conductas racionales (Riviera, 2021), que pueden ser reforzadas para promover la salud mental y física, prevenir las enfermedades y aportar a la calidad de vida de los individuos.

 

En este sentido, cobran importancia las hormonas como endorfinas, oxitocina, dopamina y serotonina, puesto que tal como lo manifiesta Deschamps, et al. (2020), existe una correlación positiva entre estas y el bienestar de las personas, ya que contribuyen a la regulación del estado de ánimo y la felicidad; por lo tanto, el poder aumentar su producción en el cerebro de forma natural las convierte en la herramienta perfecta para la promoción y prevención en la salud mental. Por ejemplo, las endorfinas son conocidas como la hormona de la felicidad y el dolor, estimulan los centros de placer y son capaces de mitigar los dolores generando bienestar, así como también regular el apetito sexual, potenciar el sistema inmunitario y retrasar el envejecimiento; esta hormona se segrega principalmente al practicar deporte, hobbies, compartir con amigos, bailar, cantar, reír o a través de las caricias y abrazos.

 

Por su parte, la serotonina considerada como la hormona de las emociones, contribuye a la regulación del sueño, apetito, temperatura corporal y deseo sexual (Trueta y Cercos, 2012), se segrega de forma natural al recibir la luz solar, por lo cual los paseos al aire libre son una fuente principal de producción de esta hormona, así como también el consumo de pavo, pollo, huevos, pescado y legumbres, esta se relaciona con la melatonina que se produce principalmente en la noche o al comer piña, naranja, lácteos o avena y que también contribuye a la regulación del ciclo circadiano. Del mismo modo, la dopamina, es una hormona que contribuye a la motivación, atención y capacidad de asociación, favorece la memoria, el aprendizaje y la resolución de conflictos, controla las respuestas mentales, emocionales y motoras; esta hormona se produce  de forma natural con el ejercicio físico regular, la creatividad, meditación y al escuchar música, dormir entre 7 y 9 horas, así como también con la estimulación del aprendizaje a partir de la lectura de libros o investigaciones (Herrera, et al. 2017).

 

Por último, pero no menos importante esta la oxitocina, es producida por el hipotálamo en el sistema nervioso central, conocida como la hormona del amor y las conductas sociales, como la maternidad, la empatía, la compasión, altruismo, amistad y el placer sexual, esta hormona también se encuentra vinculada con los niveles de satisfacción vital (Gallego, 2019), para fomentar su producción de forma natural se pueden realizar actividades que incluya el contacto físico como promover un abrazo, acciones generosas, meditación, dar o recibir masajes, un buen baño con agua caliente, reírse, conversar, jugar con mascotas, abrazar o practicar sexo, propiciando espacios de expresión emocional.

 

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, se puede concluir que el bienestar y la felicidad en los seres humanos está estrechamente relacionada con la producción de hormonas que influyen en los mecanismos biológicos, emocionales, cognitivos y comportamentales, reconociendo que al poder aumentar la producción de oxitocina, dopamina, serotonina y endorfinas de forma natural, a través de actividades sencillas y que se realizan en la vida cotidiana se puede contribuir a la salud mental y la prevención de enfermedades tanto físicas como psicológicas, de tal modo que los sujetos juegan un papel activo dentro de su cuidado.

 

 

Alvaro Dorado Martínez – Docente orientador

 

 

Ps. Emily Benavides – Ps. Lorena Hernández – Ps. Yadi Quitiaquez

Maestrantes en Promoción y Prevención en Salud Mental

Universidad de Nariño

 


Referencias

 

Deschamps,  A., Garrafa, M., Macías, L. y Fuentes, P. (2020). Felicidad y Salud: evidencias científicas. Revisión bibliográfica. Revista de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo29(4), 374-385. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-62552020000400374&lng=es&tlng=es.

 

Gallego, M. (2019). Oxitocina ¿Qué es y para qué sirve? Una guía completa. https://es.bebee.com/producer/oxitocina-que-es-y-para-que-sirve-una-guia-completa.

 

Herrera, D., Coria, G., Muñoz, D., Graillet, O., Aranda, G., Rojas, D., Hernández, M. y Ismail, N. (2017). Impacto del estrés psicosocial en la salud. Neurobiología revista electrónica. https://www.uv.mx/eneurobiologia/vols/2017/17/Herrera/HTML.html.

 

Riviera, S. (2021). Una perspectiva científica para entender la felicidad. Divulgación, Gobierno de Mexico.  https://conexion.cinvestav.mx/Publicaciones/una-perspectiva-cient237fica-para-entender-la-felicidad.

 

Trueta, C. y Cercós, M. (2012). Regulación de la liberación de serotonina en distintos compartimientos neuronales. Salud mental, 35(5), 435-443. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252012000500011&lng=es&tlng=es

 

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